El pleno de las Cortes de Castilla-La Mancha ha sido escenario de un intenso debate este jueves, donde el Gobierno socialista y los grupos de la oposición, formados por el PP y Vox, han expresado sus posturas divergentes en torno a la financiación autonómica y la reciente propuesta de condonación de deuda presentada por el Gobierno central.
Durante la sesión, tanto PP como Vox criticaron la medida de condonación, argumentando que esta acción podría considerarse un premio a la mala gestión de ciertos territorios y un establecimiento de «privilegios» para comunidades autónomas como Cataluña. En contraste, el consejero de Hacienda, Juan Alfonso Ruiz Molina, defendió la decisión, afirmando que sería «idiota» rechazar una reducción significativa de la deuda de la región.
Iván Sánchez, portavoz de Vox, expresó su descontento, lamentando que el Gobierno regional se muestre «alegre» por la condonación de la deuda, resaltando que esta acción implica un reconocimiento de la mala gestión por parte del Ejecutivo. Sánchez subrayó la necesidad de un «reparto justo» entre las regiones y criticó que tanto el PP como el PSOE no estén buscando soluciones concretas para optimizar los recursos.
Por su parte, la diputada del PP, Carolina Agudo, argumentó que la condonación de la deuda se inscribe en una «hoja de ruta» del PSOE que atenta contra los principios constitucionales, abogando por una financiación «justa, equitativa y eficiente». Agudo propuso un nuevo sistema de financiación que fomente la multilateralidad entre las comunidades y sugirió la creación de un fondo transitorio hasta que se materialice este nuevo modelo.
En respuesta, Ana Isabel Abengózar, portavoz del PSOE, dio la bienvenida al PP en su defensa de las necesidades de la región, recordando que el presidente Emiliano García-Page lleva años exigiendo un cambio en el sistema de financiación que responda adecuadamente a las necesidades de Castilla-La Mancha. Además, Abengózar destacó la importancia de contar con un presupuesto que sostenga servicios públicos esenciales.
El consejero Ruiz Molina concluyó el debate de manera irónica, reafirmándose como «idiota» por aceptar la condonación de deuda, y cuestionó a su oponente sobre la idoneidad de rechazar un perdón en sus propias deudas. Subrayó que aceptar la condonación no implicaría un aumento de impuestos, dado que el impacto financiero se distribuiría entre todos los españoles.
Finalmente, tras el debate se procedió a la lectura de las resoluciones de cada partido. La propuesta de Vox fue rechazada por PSOE y PP, ya que abogaba por el rechazo de reformas en la financiación autonómica. También fracasó la resolución del PP, que instaba a rechazar propuestas de financiación singular para Cataluña. La única resolución aprobada fue la del PSOE, que exigía la necesidad urgente de reformar el sistema de financiación autonómica y la implementación de una ley de armonización fiscal.
