En un intenso debate en las Cortes de Castilla-La Mancha, los grupos parlamentarios de Vox y del Partido Popular (PP) han expresado su preocupación por los efectos nocivos del acuerdo agrícola entre Marruecos y la Unión Europea en el sector agrícola y ganadero de la región. La moción introducida por Vox busca suspender dicho acuerdo, argumentando que ha exacerbado las dificultades y la incertidumbre que atraviesan los agricultores y ganaderos locales, quienes se sienten cada vez más desatendidos por las administraciones.
David Moreno, presidente de Vox, comentó que este acuerdo, el cual liberaliza en un 55 por ciento los aranceles de productos agrícolas y pesqueros marroquíes, ha sido rechazada por el sector agrario desde su aprobación. Según él, este incremento en la cuota de productos que Marruecos puede vender a la UE ha llevado a una competencia desleal que perjudica a los productores locales. Moreno responsabilizó tanto al PSOE como al PP por esta situación, señalando que conocían las consecuencias negativas del acuerdo pero no tomaron medidas para evitarlo.
Por su parte, la diputada del PP, Itziar Asenjo, se unió a las críticas, afirmando que el campo de la región no puede seguir esperando soluciones mientras los productores enfrentan una crisis. Destacó que la problemática no se limita solo al acuerdo con Marruecos, sino que también hay un ingreso considerable de productos agrícolas de otros países, como legumbres de EE. UU. y Canadá, y espárragos de China y Perú. Asenjo exigió la modificación de todos los acuerdos comerciales que perjudiquen al sector y un fortalecimiento de los controles en las fronteras. También abogó por sanciones más rigurosas contra el reetiquetado fraudulento y por un apoyo financiero a los agricultores.
El diputado socialista Antonio Sánchez, en respuesta a las críticas, acusó a Vox de propagar información engañosa y acusó al PP de carecer de datos que respalden sus afirmaciones sobre la seguridad alimentaria. Sánchez argumentó que el proteccionismo en el comercio agrícola sería un «suicidio comercial», destacando que España ha alcanzado récords de exportaciones agroalimentarias y que la balanza comercial de Castilla-La Mancha con Marruecos es positiva.
El cruce de declaraciones resalta las tensiones políticas en torno a la política agrícola y comercial en la región, mientras los agricultores y ganaderos continúan enfrentando retos significativos en su actividad diaria.
