Vox rompe filas con Meloni y se realinea en la Eurocámara bajo el ala derechista de Orbán

En un giro político que remueve las dinámicas habituales de la Eurocámara, Vox, el partido de extrema derecha liderado por Santiago Abascal, ha decidido alterar su alineación europea uniéndose a una nueva formación, los «Patriotas de Europa». Este cambio marca una importante desviación del camino trazado desde 2019, cuando se sumaron a los Conservadores y Reformistas (ECR), una bancada fundada por los conservadores británicos como alternativa al Partido Popular Europeo (PPE). El grupo ECR se caracterizaba por agrupar a partes con un enfoque crítico hacia la Unión Europea, pero desde una perspectiva de participación interna, destacando su apertura al libre comercio y una marcada orientación euroatlántica.

La nueva dirección tomada por Vox alineándose con el grupo «Patriotas de Europa» muestra una clara inclinación hacia el bloque de extrema derecha, enmarcado en parte por la figura de Viktor Orbán, el controvertido primer ministro de Hungría. Esta decisión de Vox coincide notablemente con una reciente visita de Orbán a Moscú, lo que ha generado inquietud entre los líderes europeos, dada la atmósfera de tensión con Rusia.

Este movimiento de sorpresa de Vox, expresado a través de un comunicado en el que agradece al ECR por los años de colaboración, parece buscar reafirmarse en una postura de lucha contra el consenso predominante en los círculos políticos de Bruselas. A lo largo de los últimos cinco años, compartir bancada con partidos como Fratelli d’Italia de Giorgia Meloni, Ley y Justicia (PiS) de Polonia, y el partido ODS checo, había situado a Vox dentro de un conjunto de fuerzas ultraconservadoras con pretensiones gubernamentales serias y un compromiso claro con el atlantismo.

La nueva coalición a la que se une Vox, si bien retoma varios de los atributos de Identidad y Democracia (ID), grupo que habían optado por no unirse anteriormente, se perfila en cambio como un conglomerado que busca aglutinar a fuerzas políticas de gobierno, pero sin el deseo explícito de liderar activamente dentro de la institución europea. Este cambio sugiere una estrategia de Orbán por buscar aliados más afines con vistas a fortalecer su posición en el Consejo de la UE y el Consejo Europeo, donde cree reside el verdadero poder.

Una de las incógnitas del nuevo grupo es su capacidad para atraer a otros partidos de la extrema derecha europea, como el Rassemblement National de Marine Le Pen en Francia, decisión que podría reconfigurar significativamente el equilibrio de poder dentro de la Eurocámara. La situación se complica aún más ante la resistencia de Fratelli d’Italia y del PiS de Polonia, miembros centrales del ECR, que ven con preocupación el realineamiento de Vox. Este reajuste político pone en evidencia las fracturas dentro del bloque ultraconservador en un momento crítico, sugiriendo cambios potenciales en la manera cómo se estructuran las alianzas políticas y se negocia el poder dentro de la Unión Europea.

Scroll al inicio