Vox ha dejado entrever su disposición a romper los pactos suscritos con el Partido Popular (PP) en más de un centenar de ayuntamientos, incluyendo ciudades importantes como Valladolid, Toledo y Alicante. La advertencia surge ante la percepción de que sus socios no muestran una oposición contundente a la inmigración ilegal, una cuestión que ha sido central en la agenda del partido liderado por Santiago Abascal desde la ruptura de los gobiernos de coalición autonómicos tras la aprobación por parte del PP de un plan para el reparto de menores migrantes no acompañados.
La postura de Vox en relación con la inmigración ilegal se ha mantenido inalterada tras la fractura de los acuerdos en las comunidades autónomas, donde también descartaron apoyar los presupuestos regionales. Abascal, al inicio del nuevo curso político, dejó claro que su partido no respaldará las cuentas de estas regiones salvo que el PP modifique su discurso sobre migración, al cual consideran alineado con el del PSOE.
En este contexto, Vox está dispuesto a aplicar una estrategia similar en los ayuntamientos donde cogobierna con el PP. Según fuentes de la Ejecutiva del partido, no apoyarán los presupuestos municipales si contienen partidas dirigidas a inmigrantes ilegales y, en última instancia, no descartan abandonar los gobiernos locales. Estas fuentes han enfatizado que su postura es coherente con sus principios y que no aceptarán violaciones a los acuerdos firmados que incluyen medidas contra la inmigración ilegal. «No tenemos ningún miedo a irnos», han afirmado.
Abascal ya había amenazado con la ruptura de los pactos en los ayuntamientos en julio pasado si se colaboraba de forma activa en el reparto de menores migrantes no acompañados. No obstante, hizo una aclaración sobre esta advertencia, indicando que quedaban excluidos aquellos consistorios obligados a acoger a los menores por decisión de la comunidad autónoma, pero reiteró que Vox no tomaría decisiones sobre este tema «a la ligera», sino con un enfoque «serio y quirúrgico».