Vox ha intensificado su estrategia sobre la inmigración presentando mociones en ayuntamientos y parlamentos autonómicos con el objetivo de forzar un posicionamiento claro del Partido Popular (PP) sobre este tema. El partido de Santiago Abascal no descarta romper gobiernos de coalición municipales si considera que el PP no se alinea con sus posturas, tras haber ya llevado a cabo rupturas en gobiernos regionales por razones similares.
Las mociones registradas, según Diario CLM, exigen la «inmediata expulsión» de todos los inmigrantes ilegales en los municipios, proponiendo que aquellos que lleguen al país de forma irregular no puedan regularizar su situación. Vox también demanda el cierre de centros de inmigrantes y rechaza la apertura de nuevos, instando a los consistorios a realizar consultas populares para decidir sobre la expulsión de inmigrantes ilegales. En este contexto, el partido ha hecho un llamado a que los ayuntamientos declaren su desaprobación hacia asociaciones y ONG que, según ellos, colaboren con las mafias del tráfico de seres humanos.
Samuel Vázquez, nuevo portavoz nacional de Vox en temas de inmigración, ha señalado que estas iniciativas son el primer paso de un plan más amplio que se irá desarrollando a lo largo de la legislatura. Vázquez argumenta que las propuestas no son solo ideológicas, sino que buscan proteger a la población española.
El enfoque de Vox busca obligar al PP a posicionarse ante sus políticas migratorias, especialmente tras la reunión de Alberto Núñez Feijóo con la primera ministra italiana Giorgia Meloni, quien ha visto una reducción significativa en la llegada de migrantes a su país. Abascal ha elogiado el encuentro, pero sus fuentes internas consideran que la retórica del PP no se traduce en acciones contundentes en materia de inmigración.
La tensión entre Vox y el PP ha llevado a la posibilidad de que los acuerdos en más de un centenar de ayuntamientos estén en riesgo. Vox ha dejado claro que no apoyará presupuestos municipales que incluyan partidas para inmigrantes ilegales y está dispuesto a abandonar gobiernos si el partido de Feijóo no cambia su enfoque en esta materia. Las advertencias de ruptura no son nuevas, ya que en julio, Abascal había amenazado con romper pactos si los ayuntamientos colaboraban en el reparto de menores migrantes no acompañados, aunque matizó que esto se evaluaría de forma cuidadosa.
En definitiva, Vox busca consolidar su postura ante la inmigración como un factor decisivo en su apoyo o rechazo a acuerdos con el PP, marcando una línea clara en sus diferencias con la actual gestión migratoria del gobierno y exigiendo un cambio a su favor.
