El Grupo Parlamentario de Vox en las Cortes de Castilla-La Mancha continúa en espera de recibir noticias e invitaciones para participar en la negociación del nuevo Estatuto de Autonomía de la región. Mientras tanto, el PP y el PSOE ya han comenzado a celebrar reuniones para abordar el contenido de dicho Estatuto.
En una entrevista con Europa Press, el presidente de Vox en las Cortes, David Moreno, ha expresado su crítica hacia una de las premisas planteadas en la nueva Carta Magna: el aumento del número de diputados en las Cortes, pasando de los 33 actuales. Considera esto como una estrategia del PSOE para mantenerse en el Gobierno.
Moreno también ha señalado su desaprobación al nuevo reglamento de las Cortes, que «censura» el debate de temas nacionales, y al hecho de que Vox, como tercera fuerza parlamentaria, esté excluido de la Mesa, algo que no había ocurrido en mandatos anteriores con Podemos y Ciudadanos.
Otro aspecto que genera críticas por parte de Vox es el aumento de asignaciones al grupo parlamentario del PSOE, a pesar de tener dos diputados menos, lo que supondría 90.000 euros más al año.
El presidente de Vox ha enfatizado que estas son las prioridades del Gobierno de Emiliano García-Page, en lugar de abordar problemas estructurales como el desempleo, la despoblación o las largas listas de espera en la región.
En cuanto al apoyo al Estatuto, Moreno ha insistido en que primero deben conocer su contenido y las propuestas planteadas antes de tomar una decisión. Sin embargo, ha subrayado la preocupación de Vox de que este nuevo Estatuto no aborde los problemas reales que afectan a los ciudadanos de Castilla-La Mancha.
Desde su perspectiva, antes de aumentar el número de diputados, la región debería centrarse en combatir el desempleo juvenil, mejorar las listas de espera y garantizar el relevo generacional en el campo, donde se exige la reducción de la burocracia.
Para Vox, es prioritario facilitar la vida de los ciudadanos y solucionar aquellos aspectos que no funcionan, en lugar de aumentar el gasto político. La preocupación radica en que el nuevo Estatuto no se enfoque en resolver los problemas reales de los castellanomanchegos.