Tras la reciente etapa de elecciones europeas, el Parlamento Europeo parece haber reafirmado su posición central, despejando el escenario para la posible reelección de Ursula von der Leyen como presidenta de la Comisión Europea. En una muestra de apoyo, varias figuras políticas prominentes de la comunidad europea, entre ellas la maltesa Roberta Metsola, presidenta de la Eurocámara, y la misma Von der Leyen, subrayaron la fortaleza del “centro” frente a los desafíos políticos emergentes.
Aunque durante la campaña electoral, Von der Leyen había realizado acercamientos hacia los sectores ultraconservadores, en la noche electoral enfocó su mirada hacia la “coalición Von der Leyen” —una alianza de populares, socialistas y liberales— lo que parece haber sido una jugada táctica para fortalecer su posición. Este gesto estratégico indica el camino a seguir para formar una mayoría suficientemente amplia y estable en la Eurocámara, necesaria para su reelección.
Los números parecen estar de su lado, pues el Partido Popular Europeo (PPE), los socialdemócratas (S&D) y Renew Europe, los liberales, suman un total de 401 miembros en la Eurocámara, superando la barrera de los 361 necesarios. Sin embargo, la política interna de la Eurocámara, donde la disciplina de grupo a veces flaquea, mete presión a esta mayoría teórica, evidenciada por algunos miembros de Les Républicains, del PPE francés, que han anunciado su intención de votar en contra de Von der Leyen.
Pese a estas complejidades, la posición de Von der Leyen se ve robustecida por varios factores. Desde el aumento del número de escaños del PPE hasta la receptividad de grupos como los socialdemócratas, quienes han abierto la puerta a respaldarla siempre y cuando se mantenga alejada de los ultraconservadores. Además, Los Verdes, tras algunos reveses electorales en Francia y Alemania, podrían verse tentados a sumarse a esta coalición mayoritaria para ejercer influencia dentro del parlamento.
Más allá del Parlamento Europeo, la nominación de Von der Leyen por el Consejo Europeo representa otro frente crítico. Aunque inicialmente se consideraba la etapa menos complicada, la situación política dinámica en Francia —con en especial, la convocatoria a elecciones legislativas por parte del presidente Emmanuel Macron— lanza nuevas incógnitas sobre el proceso de decisión. Macron, cuya influencia dentro de los liberales de Renew Europe es considerable, ha mantenido en suspense su apoyo a Von der Leyen, sugiriendo incluso a Mario Draghi como un posible candidato alternativo.
La resistencia en Francia hacia Von der Leyen, percibida como una candidata más cercana a Macron que conservadora, junto con las maniobras políticas de Macron, diagraman un escenario donde el respaldo del presidente francés será determinante para el desenlace de la candidatura de Von der Leyen.
Mientras el Parlamento Europeo parece alinearse hacia la continuidad y estabilidad con el respaldo a Von der Leyen, los líderes europeos tendrán que navegar cuidadosamente las turbulentas aguas políticas para decidir quién liderará la Comisión Europea en estos tiempos inéditamente retadores para el proyecto europeo. La reunión del Consejo Europeo el próximo 17 de junio será, sin duda, un indicativo claro del futuro político de Europa.
