En un escenario político europeo marcado por la incertidumbre y las finas líneas de alianzas políticas, Ursula von der Leyen enfrenta un palpable momento de tensión y cálculo político detallado, con miras a asegurar su reelección como Presidenta de la Comisión Europea. Las estrategias dibujadas y desplegadas a lo largo de las semanas previas revelan un juego de maniobras dirigido a consolidar una nueva “mayoría Von der Leyen” ante la votación decisiva en Estrasburgo, Francia, este jueves.
El esfuerzo de Von der Leyen y su equipo, capitaneado por Bjoern Seibert, se centra en un meticuloso conteo de apoyos, conversaciones tras bambalinas y reconciliación de diferencias políticas. La destacada política alemana, que ya se enfrentó en 2019 a una victoria por un angosto margen de solo 9 votos, sabe que la situación requiere de una atención detallada y un esfuerzo concertado para prevenir sorpresas de última hora.
Su ronda de encuentros incluyó reuniones clave con líderes de las principales corrientes dentro del Parlamento Europeo: el Partido Popular Europeo (PPE), los Socialistas y Demócratas (S&D), y Renew Europe. Estos grupos políticos, que conforman el núcleo duro de su apoyo, aglutinan en teoría 401 votos. Sin embargo, la disciplina de voto es notoriamente fluida dentro del Parlamento Europeo, lo que complica las cuentas.
Además, Von der Leyen enfrenta el desafío de una disidencia interna en estas facciones, con delegaciones del PPE anunciando su voto en contra y miembros de los bloques de S&D y Renew Europe siguiéndole los pasos. Esta situación deja en evidencia una fractura y una inseguridad en la supuesta mayoría que complican el panorama y precipitan la búsqueda urgente de alianzas más allá de los confines tradicionales de su coalición.
En un sorpresivo giro táctico, Von der Leyen ha extendido puentes hacia Los Verdes y se ha aventurado en conversaciones exploratorias con el grupo ultraconservador ECR, al que pertenece Fratelli d’Italia de la Primera Ministra italiana, Giorgia Meloni. Estos movimientos revelan la compleja dinámica de negociaciones y los cálculos estratégicos que Von der Leyen debe realizar para asegurar su posición, incluso a costa de alienar parte de su base tradicional y de trazar líneas de cooperación con sectores ideológicamente distantes.
Al mismo tiempo, cada bloque y partido político intenta posicionar su agenda, exigiendo concesiones y políticas a cambio de su respaldo. Los socialdemócratas presionan por compromisos en materia de vivienda, Los Verdes exigen avances en políticas climáticas, y el PPE busca revisitar legislaciones impopulares vinculadas al Pacto Verde. Esta compleja negociación política deja entrever las diversas presiones y expectativas que Von der Leyen debe equilibrar para revalidar su mandato.
A la espera del resultado de este jueves, la Unión Europea observa con atención el desenlace de esta reñida contienda por la presidencia de la Comisión Europea. Von der Leyen se encuentra en una carrera contra el tiempo y contra la diversidad ideológica del Parlamento Europeo, buscando conciliar y superar las divisiones en su intento por asegurar un liderazgo continuado al frente de la institución.
