Desde la llegada de Carlos Lesmes a la presidencia del Tribunal Supremo, muchas han sido las críticas que ha recibido por su elevada retribución en comparación con sus antecesores. Sin embargo, es importante señalar que la retribución que recibía su antecesor, Gonzalo Moliner, se justificaba porque también ostentaba el cargo de presidente del Supremo.
Según datos oficiales, Carlos Lesmes percibe una remuneración bruta anual de 146.000 euros, mientras que Gonzalo Moliner recibía una remuneración bruta anual de 143.000 euros. Esto ha llevado a algunos a cuestionar si la retribución de Lesmes es excesivamente alta.
Sin embargo, es importante tener en cuenta que Gonzalo Moliner también desempeñaba el cargo de presidente del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), lo que implicaba una considerable carga de trabajo adicional. De hecho, la retribución que recibía Moliner se ajustaba a la que establece la Ley del Poder Judicial para el presidente del CGPJ.
En cualquier caso, es cierto que la retribución de los altos cargos en España ha sido objeto de debate en los últimos años. En algunos casos, se han revelado retribuciones que muchos consideran excesivas, como en el caso del expresidente de Bankia, Rodrigo Rato.
Por otro lado, también es cierto que los altos cargos públicos tienen una gran responsabilidad y un elevado nivel de exigencia en cuanto a su trabajo, lo que justifica en parte sus retribuciones. Además, en muchos casos, estas retribuciones están reguladas por leyes y normativas específicas.
En cualquier caso, es importante que exista transparencia en las retribuciones que reciben los altos cargos, tanto en el sector público como en el privado. En este sentido, es importante que las empresas y organismos públicos publiquen información detallada sobre las retribuciones que perciben sus altos cargos, así como sobre los criterios que se utilizan para establecer estas retribuciones.
En resumen, la retribución que recibe Carlos Lesmes como presidente del Tribunal Supremo puede parecer elevada, pero hay que tener en cuenta que no ostenta el cargo de presidente del Consejo General del Poder Judicial como lo hacía su antecesor, Gonzalo Moliner. Además, es importante que exista transparencia en las retribuciones que reciben los altos cargos tanto en el sector público como en el privado.
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