Esta mañana, altos funcionarios de la administración Trump se dirigieron a las principales cadenas de noticias para detallar el plan de comercio recíproco del presidente Donald J. Trump, el cual busca poner fin a las políticas globalistas que, a su juicio, han provocado la destrucción económica y el éxodo de empleos industriales de Estados Unidos. En un contexto en el que se prioriza la economía nacional, Trump prevé recuperar la producción y garantizar la seguridad en la cadena de suministro.
En su intervención en «Meet the Press», el Secretario del Tesoro, Scott Bessent, defendió la implementación de un arancel del 20% a productos chinos, argumentando que esto resultó en un ligero aumento en el nivel de precios, del 0.7% en cuatro años, pero a su vez, las familias estadounidenses vieron un aumento en los salarios reales. Bessent señaló la fragilidad de las cadenas de suministro observada durante la pandemia de COVID-19, enfatizando la necesidad de producir esencialmente en Estados Unidos para proteger sectores críticos como el farmacéutico y de semiconductores.
Howard Lutnick, Secretario de Comercio, manifestó en «Face the Nation» la urgencia de considerar el comercio como un asunto de seguridad nacional. Lutnick destacó la alarmante dependencia de Estados Unidos de las manufacturas extranjeras, advirtiendo que si esta tendencia continúa, la nación podría perder su autonomía económica. Además, mencionó el desequilibrio comercial alarmante que ha derivado en que países extranjeros ahora posean una mayor porción de activos estadounidenses.
El Director Económico Nacional, Kevin Hassett, en «This Week», criticó los efectos del ingreso de China a la Organización Mundial del Comercio en el año 2000, señalando que, aunque los consumidores se beneficiaron de productos más baratos, esto llevó a una disminución de los ingresos reales y a la pérdida de puestos de trabajo en Estados Unidos, lo que agrava la preocupación sobre la sostenibilidad del empleo a largo plazo.
Por su parte, la Secretaria de Agricultura, Brooke Rollins, en «State of the Union», abordó la importancia de utilizar aranceles para crear un campo de juego equitativo para la agricultura estadounidense. Rollins mencionó la negativa de países como México y Australia a recibir ciertos productos agrícolas estadounidenses, atribuyendo esta situación a políticas injustas y afirmando que Estados Unidos produce algunos de los alimentos más seguros y de mejor calidad del mundo. También subrayó el aumento del déficit en exportaciones agrícolas durante los años recientes, un tema que requiere atención para sostener la economía del sector.
La controversia sobre litigios en la administración fue otro punto destacado por la Fiscal General Pam Bondi en «Fox News Sunday», quien denunció un número alarmante de demandas en contra de la administración desde el comienzo del mandato de Trump, lo que, según ella, podría configurarse como una crisis constitucional que amenaza los poderes ejecutivos.
Finalmente, el Consejero Senior Peter Navarro, en «Sunday Morning Futures», reiteró la necesidad de fortalecer la industria estadounidense mediante la imposición de aranceles a las prácticas comerciales desleales de otros países, asegurando que la administración se dirige hacia un futuro donde Estados Unidos recupere su capacidad de producción.
Así, la administración Trump continúa posicionándose como defensora del trabajador estadounidense, abogando por un cambio estructural en la política comercial que busca restablecer la independencia económica, aunque enfrenta desafíos significativos en un mundo cada vez más interconectado.
Fuente: WhiteHouse.gov