Virginia Zaldívar, nacida en 1988 y licenciada en Periodismo y Comunicación Audiovisual, ha sido elegida como la nueva Dulcinea de Ciudad Real para el periodo 2024/2025. Junto a ella, María Mateo y Sofía Martín-Portugués han sido seleccionadas como Damas. La elección fue realizada por un jurado que valoró la representatividad y dedicación de las candidatas hacia su ciudad.
Con una carrera profesional que abarca más de una década en los medios de comunicación, Zaldívar ejerce actualmente en la Cámara de Comercio como técnico de Comunicación, tal y como ha informado el Ayuntamiento a través de una nota de prensa. La designada Dulcinea, que también es madre de una niña de tres años, expresa su amor por Ciudad Real, a la que describe como «el mejor lugar para vivir», y su voluntad de inculcar ese sentimiento tanto en su hija como en los ciudadanos de la localidad.
Zaldívar recibió la noticia con gratitud y entusiasmo, destacando el honor que supone representar a las mujeres manchegas y la posibilidad de impulsar la proyección de Ciudad Real más allá de sus límites, así como de promover el sentido de identidad local, su cultura y tradiciones.
Por su parte, Fátima de la Flor, concejal de Festejos y Tradiciones Populares, ha resaltado la juventud de las aspirantes que conlleva un soplo de aire fresco para el título de Dulcinea. Además, anima a que los jóvenes continúen involucrándose en la vida cultural de la ciudad. Respecto a Zaldívar, la describió como una persona de trato amable y desenfadado, perfectamente vinculada a Ciudad Real, siendo una futura embajadora idónea para las tradiciones y la ciudad en sí.
Para ser elegida Dulcinea o Dama de Honor, las candidatas deben cumplir con requisitos como estar empadronadas en Ciudad Real durante al menos los últimos 10 años, ser mayores de edad al publicarse las bases del concurso y no haber ostentado el título de Dulcinea anteriormente. Todas las aspirantes deben también aceptar las condiciones establecidas en dichas bases. La elección de Virginia Zaldívar es representativa de la continuidad y renovación de unas tradiciones que siguen siendo un pilar fundamental en la comunidad de Ciudad Real.