En un incidente que pone de relieve los desafíos y riesgos a los que se enfrentan los periodistas al realizar su labor informativa, un equipo de reporteros de Canal Sur Noticias experimentó una agresión mientras intentaban cubrir las consecuencias de un evento climático adverso en Andalucía. El suceso tuvo lugar en el término municipal de Cártama, en la provincia de Málaga, donde una crecida notoria del río Guadalhorce fue el foco de su reportaje.
Javier Barón, reportero de la televisión autonómica, y su compañero cámara, Sergio Boj, se encontraban grabando las secuelas de esta situación climatológica cuando se vieron sorpresivamente atacados por un individuo. Este espontáneo no sólo interrumpió la labor informativa sino que también causó desorden, llegando al extremo de esparcir el material técnico de televisión por el suelo. La situación escaló hasta requerir la intervención de la Guardia Civil para controlar al violento agresor, que, según se escucha en el material audiovisual captado, podría haber estado bajo los efectos del alcohol.
A pesar de la violencia sufrida, Barón consiguió completar la conexión con los informativos, destacando su compromiso y profesionalismo bajo condiciones extremas. Los momentos de tensión fueron documentados por el equipo de Canal Sur TV y por testigos utilizando teléfonos móviles, lo que proporcionó evidencia visual de la agresión.
La comunidad periodística ha reaccionado con firmeza ante este suceso. El Colegio Profesional de Periodistas de Andalucía ha emitido un comunicado en el cual condena enérgicamente el ataque sufrido por los trabajadores de Canal Sur. Este pronunciamiento fue acompañado por mensajes de apoyo y solidaridad de diversas instituciones y colegas, subrayando la importancia de la libertad de prensa y el derecho a informar sin enfrentar agresiones.
De igual manera, desde la Dirección Territorial de Canal Sur Radio y Televisión en Málaga se ha emitido un mensaje de respaldo hacia Barón y Boj, reafirmando el compromiso de la cadena con la información y el servicio público, así como la solidaridad con sus compañeros ante estos inaceptables actos de violencia.
Este incidente se suma a los crecientes ejemplos de riesgos que enfrentan los profesionales de los medios de comunicación alrededor del mundo, recordando la necesidad de garantizar la seguridad de quienes tienen el deber de informar al público. La agresión no solo es un ataque a individuos específicos sino a la esencia misma de la libertad de expresión y el derecho a la información.