Denuncian agresión a jefe de servicios médicos en centro penitenciario
La Central Sindical Independiente y de Funcionarios (CSIF) ha denunciado recientemente la agresión sufrida por el jefe de los servicios médicos del centro penitenciario de Ocaña I, a manos de un interno que previamente había cumplido condena en el mismo establecimiento.
Según informa la CSIF a través de una nota de prensa, esta agresión tuvo lugar el pasado viernes por la tarde, en el departamento de ingresos del centro. El interno, quien acudía custodiado por la Guardia Civil y con fuertes medidas de seguridad, incrementó su comportamiento violento y agresivo tras reiteradas amenazas.
“Como en cualquier otro ingreso, de manera preceptiva, el interno fue visitado por el médico. Sin mediar muchas palabras y por la necesidad que tenía de tomar su medicación, dado su estado de abstinencia, propinó un fuerte puñetazo en la cara al jefe de los servicios médicos, rompiéndole el labio superior, provocándole hemorragias y desfigurándole el rostro”, ha condenado la CSIF.
Los funcionarios presentes lograron reducir al interno de forma inmediata, gracias a su excelente profesionalidad, a pesar de no contar con los medios y recursos necesarios para llevar a cabo su trabajo en condiciones óptimas.
Como consecuencia de las heridas de gravedad que sufrió, el jefe de los servicios médicos fue trasladado rápidamente a Urgencias.
Sin embargo, el interno no depuso su actitud violenta y continuó haciendo destrozos en una de las celdas. Rompió una ventana y amenazó con un cristal roto, de más de 30 centímetros de longitud, envuelto en un trozo de sábana, gritando amenazas y gestos bruscos y agresivos. Finalmente, gracias a la intervención de los funcionarios presentes, el interno fue calmado y trasladado a una celda de seguridad.
Ante esta situación, la CSIF ha exigido más medios y formación para los funcionarios de instituciones penitenciarias, así como una revisión de la solicitud de agentes de autoridad y la adecuación y modernización de la ley penitenciaria y de los medios coercitivos necesarios. Todo ello con el fin de garantizar la seguridad de los trabajadores y reducir los riesgos a los que se enfrentan en su labor diaria.
La CSIF destaca el trabajo real y de especial complejidad que realizan los funcionarios de instituciones penitenciarias y considera imprescindible reconocerlo y respaldarlo con medidas concretas que permitan garantizar su integridad física y emocional en el desempeño de sus funciones.
Es fundamental poner el foco en este tipo de incidentes y buscar soluciones que permitan crear un entorno seguro tanto para los internos como para los profesionales que trabajan en los centros penitenciarios. La seguridad y el bienestar de todas las partes involucradas deben ser una prioridad y resulta necesario invertir en recursos y formación para evitar que situaciones como esta se repitan en el futuro.
