La organización Sexiliades, encargada de la iniciativa de un taller de iniciación a una orgía en el marco del Viñarock, se ha pronunciado ante la controversia que ha surgido alrededor del evento. Los organizadores han denunciado que la situación “se ha sacado totalmente de contexto” y que las reacciones se han basado en “el miedo y el odio”, inflamando un ambiente de crispación.
Barek, uno de los promotores de la actividad, ha defendido en declaraciones a los medios que la presencia de drogas, nocturnidad y sexo es una realidad en todos los festivales, incluyendo Viñarock, y que, a menudo, se elige ignorarla en favor de mantenerla como un tabú. El problema del tabú, señala Barek, es que “genera clandestinidad, y en la clandestinidad es donde pasan cosas que luego no te atreves a contar”.
El colectivo busca redefinir el enfoque hacia el sexo en ambientes festivos y lúdicos, argumentando que quieren “follar en un contexto en el que no sea violento y en el que luego podamos hablar con nuestros amigos y nuestras amigas de qué hemos hecho sin miedo”. Según Barek, es esencial que exista un “ambiente seguro para follar”, y para lograrlo es necesario “abrir el melón del sexo”.
Condenando la actitud sexófoba que perciben en la sociedad española, los promotores lamentan que haya más interés en el aspecto sensacionalista del término “orgía” utilizado en la publicidad del taller, en lugar de enfocarse en problemas como la precariedad laboral en el festival o las agresiones sexuales que no están siendo adecuadamente atendidas.
Sexiliades quiere provocar un debate sobre sexualidad y hacerlo a través de talleres, charlas y estrategias de prevención, incluyendo la reducción de daños en el consumo de drogas y en las prácticas sexuales. La organización subraya su compromiso con la educación y la seguridad, proponiendo un enfoque proactivo a estas cuestiones que usualmente se evitan en el diálogo público.
