El municipio toledano de Villacañas ha tenido un papel destacado en el proyecto piloto internacional “Happy Schools”, una iniciativa promovida por la UNESCO que busca situar el bienestar integral del alumnado y del profesorado en el centro de la experiencia educativa. Esta propuesta innovadora se ha llevado a cabo en ocho países, todos ellos miembros del movimiento Design for Change (DFC), y ha consistido en aplicar una metodología propia para desarrollar proyectos de transformación en los centros escolares, alineados con los principios del modelo Happy Schools.
Desde la sede central de la UNESCO, el responsable de Políticas Educativas, Gwang-Chol Chang, ha subrayado la relevancia del proyecto y su capacidad para abordar algunos de los principales retos que enfrentan los sistemas educativos en la actualidad. “La iniciativa Happy Schools nace como una respuesta a la creciente crisis de aprendizaje y bienestar que viven muchas escuelas en el mundo. A través de sus cuatro pilares, esta propuesta puede mejorar tanto la experiencia como los resultados del aprendizaje, fomentando entornos escolares más inclusivos, humanos y alegres”, explicó.
En España, el desarrollo del proyecto ha estado coordinado por DFC España y ha contado con la participación activa del Colegio Nuestra Señora de la Consolación de Villacañas, cuya implicación ha sido clave para el éxito del piloto. El centro ha trabajado en la aplicación de las ideas del programa Happy Schools, promoviendo acciones que refuercen la empatía, la creatividad, la participación y la conexión emocional entre el alumnado y el profesorado.
El docente Sergio García, encargado de liderar el proyecto en el colegio villacañero, ha expresado su agradecimiento por haber formado parte de esta experiencia transformadora: “Gracias por darme herramientas para ser mejor profesor y mejor ciudadano. Gracias por darme vitaminas para continuar viviendo la educación con pasión y creatividad”, señaló.
El enfoque Happy Schools se articula en torno a cuatro pilares fundamentales: las personas, los procesos, los espacios y las relaciones. El objetivo es convertir la escuela en un lugar donde aprender sea sinónimo de bienestar, donde cada niño y niña pueda desarrollarse en un ambiente seguro, inspirador y respetuoso. La participación de Villacañas en este piloto internacional no solo pone en valor el compromiso del municipio con la educación, sino que también lo sitúa como referente en la promoción de nuevas formas de enseñar y aprender más humanas y sostenibles.
Durante seis meses, el colegio ha trabajado con su alumnado en el proyecto DFC “Compartiendo sonrisas”, centrado en fomentar la empatía y las relaciones intergeneracionales. Dieciocho alumnos y alumnas de cuarto de Primaria han diseñado experiencias de juego cooperativo para personas mayores de la Residencia de mayores Villacañas (Grupo Centenari) y para los usuarios del Centro Ocupacional de Villacañas. A través del juego, han compartido experiencias con personas de estos colectivos, construyendo puentes entre generaciones y demostrando como la educación puede transformar comunidades.
Concretamente, en la residencia se han beneficiado de su proyecto DFC 72 personas mayores y sus familias y 8 trabajadores. En el centro ocupacional, han trabajado con 19 personas con discapacidad y 6 trabajadores.
Design for Change España ha sido la organización responsable de la coordinación del piloto, gracias a su experiencia y su compromiso con el diseño de soluciones para el desarrollo del bienestar con los jóvenes, principalmente gracias al proyecto europeo H2020 IN-HABIT (Inclusive Health And Wellbeing in small and medium-sized cities), donde desde 2020 se están identificando soluciones innovadoras e integradas para promover la salud y el bienestar inclusivos en ciudades pequeñas y medianas.
Este piloto ha conectado a escuelas de ocho países gracias a reuniones online mensuales y un propósito común: construir entornos educativos más felices, humanos e inclusivos. Finalmente, han terminado sus proyectos DFC en cinco de los ocho países, puesto que la situación política y los conflictos internos no han permitido concluir el piloto en Líbano, Serbia y Kenia. La experiencia ha permitido al alumnado de un colegio en Bután, dos en Malasia, cinco en Zambia, y uno en Emiratos Árabes Unidos, identificar retos reales de su entorno y poner en marcha soluciones creativas, con especial atención al bienestar emocional, la inclusión y la participación activa.
Aunque este piloto global finaliza oficialmente el 22 de abril, la iniciativa está abierta a todas las escuelas en España que quieran desarrollar proyectos Design for Change bajo los pilares de la UNESCO: Personas, Procesos, Lugares y Principios. En Villacañas, el legado de Happy Schools seguirá vivo en las aulas, en las residencias y en cada historia compartida por quienes han sentido que la felicidad también se aprende y se contagia.