La Plaza Mayor de Guadalajara fue anoche un hervidero de emociones, música y color en el arranque oficial de la Semana Grande de las Ferias. El tradicional chupinazo, que este año tuvo como protagonista a la Peña ‘El Buey’ en su 35 aniversario, encendió la mecha de unas fiestas que prometen ser históricas.
El pregón, pronunciado desde el balcón del Ayuntamiento por Jorge García, presidente de la peña, estuvo cargado de orgullo peñista y reivindicación. «Ser peñista es mucho más que ponerse un pañuelo al cuello; es cultura, tradición, amistad y familia», proclamó entre aplausos de una multitud entregada.
La explosión de júbilo llegó con la sorpresa de la noche: la irrupción de Isabel Aaiún, que desató la euforia colectiva al interpretar su popular «Potra Salvaje», convertida en himno oficioso de La Roja durante la Eurocopa. El delirio fue aún mayor cuando la artista entonó «El Himno de la peña», coreado al unísono por miles de gargantas y acompañado por pañuelos al aire, saltos y un coro multitudinario que hizo temblar la plaza.
La alcaldesa, Ana Guarinos, destacó el ambiente «único e irrepetible» que se vivió, con representación de las 22 peñas activas de la ciudad —incluidas dos nuevas incorporaciones— y recordó que este será un año especial, ya que los encierros recorrerán por primera vez el casco histórico, un paso decisivo para lograr el reconocimiento de Fiesta de Interés Turístico Nacional, señaló a Europa Press.
La Semana Grande con su chupinazo es uno de los momentos más esperados del año, un 2025 cuyos encierros son Fiesta de Interés Turístico Regional pero ya con la aspiración de «potenciarlos y promocionarlos» para que sean Fiesta de Interés Turístico Nacional, subrayó. Para la regidora, unas «fiestas únicas y singulares» que este año, si cabe, aún lo son más por la celebración de unos encierros que pasarán por el casco histórico, lo que los convertirá en un evento «único».
A través de los micrófonos de Europa Press, la alcaldesa pidió a los guadalajareños disfrutar «con alegría y entusiasmo» todas las actividades y resaltó el papel de las peñas para rellenar «de color y alegría» estos festejos. «Pido sobre todo que sean participativas, se disfruten con salud y alegría y terminen bien», resaltó.
Con el estallido del chupinazo y la música resonando todavía en el aire, comenzó el tradicional desfile de peñas y charangas. Un río humano de camisetas, disfraces, pancartas e instrumentos recorrió las calles principales del centro histórico en un estallido de alegría compartida que confirma, un año más, que el primer día de Ferias sigue siendo el más esperado por miles de guadalajareños. La Semana Grande ya late con fuerza.
Durante los próximos días, la ciudad se volcará en un programa que combina tradición, cultura, música y diversión, con el protagonismo especial de sus encierros, con el objetivo de que sean unas fiestas «lo más participativas y lo más seguras posible».