El presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, ha elogiado el reciente acuerdo alcanzado entre el PSOE y el PP para aprobar el nuevo Estatuto de Autonomía en la región. En una declaración desde Cuenca, García-Page lo calificó como un «compromiso con la buena política», enfatizando su decisión de no plantear futuras reformas electorales de manera poco transparente, recordando que esa fue una experiencia negativa del pasado.
Este anuncio se produjo al día siguiente de que las Cortes regionales aprobaran el texto con el respaldo de los dos partidos principales, el PSOE y el PP, mientras que Vox votó en contra. El presidente ha subrayado que este logro no debe ser visto como un evento aislado, indicando que el proceso debe ser un punto de partida para un compromiso continuo.
García-Page destacó que ni su administración ni el PSOE de Castilla-La Mancha tienen intención de proponer una reforma electoral a menos que sea en busca del «mayor consenso posible». Para el presidente, la reciente aprobación del estatuto representa más que un documento legal; es una reafirmación de su compromiso con España, la Constitución de 1978 y la comunidad autónoma.
El presidente también expresó su preocupación por la percepción de la política en España, señalando que la idea de un acuerdo entre el PSOE y el PP debería ser considerada una práctica habitual y no un evento noticioso. En su opinión, esta situación refleja una enfermedad en la política nacional, que no es atribuible a una única persona o partido, sugiriendo que cada cual debe asumir sus responsabilidades.
Aseguró que las instituciones deben esforzarse por mantener la estabilidad y ofrecer soluciones en colaboración. García-Page concluyó enfatizando la importancia de recordar y reconstruir una España que funcione de manera cohesiva y sensata, haciendo hincapié en que su objetivo fue lograr un acuerdo que reflejara el mayor consenso de las Cortes y no simplemente aprovechar los votos del Gobierno.