El presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, ha expresado su apoyo a las iniciativas implementadas por el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, para combatir la corrupción en el país. En un contexto donde se han rubricado acuerdos de colaboración con la Junta de Castilla y León para mejorar la atención sanitaria en regiones limítrofes, García-Page ha enfatizado la necesidad de establecer mayores controles para prevenir situaciones corruptas, afirmando que «todas las medidas que signifiquen mayores controles y mayores dificultades para la corrupción siempre son bienvenidas».
Durante su intervención, García-Page se ha manifestado sobre la «limpieza» de Sánchez, subrayando que «todo el mundo es limpio hasta que se demuestre lo contrario», y defendiendo la integridad personal del presidente del Gobierno basándose en su conocimiento personal sobre él.
Al analizar el posible impacto de estos nuevos controles en el panorama político, García-Page ha observado que «la actualidad del Congreso se escribe en gerundio», dejando entrever que los parlamentarios parecen estar inquietos ante los acontecimientos futuros. Además, ha criticado a ciertos miembros de la izquierda que minimizan la corrupción, mencionando que algunos parecen restarle importancia a los actos corruptos dependiendo del número de implicados, lo cual considera decepcionante.
El presidente de Castilla-La Mancha también ha defendido la honestidad de numerosos alcaldes y concejales que, a pesar de no recibir remuneración por su trabajo en política, se dedican por completo a servir a sus comunidades. En este sentido, ha señalado que «miles y miles» de ellos no deben ser juzgados por los errores de unos pocos.
Finalmente, enfatizó la importancia de la experiencia local en la política, sugiriendo que aquellos que deseen participar en decisiones a nivel nacional deberían tener una sólida formación en el ámbito local y municipal, como una forma de garantizar que los políticos mantengan «los pies en el suelo».