El presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, ha respondido a las críticas de la dirección del Partido Popular, dejando claro que su objetivo principal es que los españoles no «olviden» al PSOE, el partido en el que muchos han confiado durante largo tiempo. García-Page subrayó su fuerte identificación con el PSOE, afirmando que recordar la esencia de este partido es lo mejor que podría suceder para España.
En declaraciones hechas a los medios durante una sesión en las Cortes de Castilla-La Mancha, el presidente fue preguntado sobre su inquietud respecto a su pedido de adelanto electoral, a lo que respondió que le resulta «llamativo» que ciertos miembros del Gobierno intenten vincularlo con la derecha, mientras que la misma derecha le responsabiliza de apoyar al presidente Pedro Sánchez. «A ver si se enteran unos y otros», aseguró, rechazando la etiqueta de «puto amo», que considera incompatible con la mayoría de los españoles.
García-Page enfatizó que su «amor a España» no significa que deba ser un antídoto para la supuesta impotencia electoral del Partido Popular. Más bien, su enfoque está en preservar su propio legado político, dejando claro que tiene «muy poco que ver» en la situación actual.
En cuanto a la preocupación que existe en diferentes territorios, García-Page reconoció que no mantiene conversaciones con otros líderes para evitar causarles problemas. Expresó que su falta de ambiciones orgánicas o nacionales le brinda una sensación de libertad respecto a la presión política. Así, se siente «libre de culpas y complejos» en este contexto.