Durante la reciente toma de posesión de Milagros Tolón como delegada del Gobierno en Castilla-La Mancha, el presidente de la comunidad, Emiliano García-Page, no ocultó su malestar respecto a las percepciones públicas en torno a la política nacional. En particular, García-Page se mostró contrariado por la creencia de «la inmensa mayoría de los españoles» de que la moción de censura prevista en la Alcaldía de Pamplona—donde el Partido Socialista Navarro respaldará a EH Bildu frente a la Unión del Pueblo Navarro (UPN)—se había pactado antes del tiempo en el contexto del apoyo de EH Bildu a la investidura de Pedro Sánchez.
El evento, celebrado este viernes en Toledo, fue también el escenario en el que García-Page lamentó que la opinión pública piense que ha existido una suerte de engaño en el proceso, calificándolo de «mentirijilla, por ser sinceros». En sus declaraciones, el presidente manchego subrayó su descontento con este tipo de suposiciones por parte de la ciudadanía española.
A pesar de las críticas veladas hacia los acontecimientos políticos en Navarra, García-Page destacó la figura de María Chivite, actual Presidenta de la Comunidad Foral de Navarra, afirmando que su liderazgo garantiza la defensa de la Constitución Española. Según el presidente de Castilla-La Mancha, Chivite tiene un compromiso incuestionable con los valores constitucionales, ya que «se ha criado en ella».
Este posicionamiento del líder castellanomanchego pone de relieve las tensiones y retos que enfrenta el espectro político español, en especial en lo que respecta a las alianzas políticas y la percepción pública de las mismas.