El presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, realizó este miércoles una valoración positiva sobre la derrota en el Congreso del acuerdo entre el PSOE y Junts que buscaba delegar la gestión de la inmigración en Cataluña. A pesar de reconocer que «hay cosas que tendrían que haber salido», García-Page instó al Gobierno central a presentar nuevamente ese texto tras una negociación más sólida, idealmente con la colaboración del principal partido de la oposición, para avanzar en iniciativas consideradas beneficiosas para todos.
Durante su intervención en la apertura de la II Cumbre de Comunidades Energéticas UNEF en el Palacio de Congresos de Toledo, el presidente castellanomanchego afirmó: «Hay días que lo mejor que se puede celebrar en la política española es una derrota. Yo celebro la de ayer particularmente». Esta alusión se refería al rechazo por parte del Pleno del Congreso de la Proposición de Ley que buscaba el traspaso de la gestión de inmigración a Cataluña, que fue derrotada con los votos en contra de PP, Vox, Podemos y UPN, además de la colaboración de dos miembros del grupo plurinacional de Sumar.
García-Page enfatizó tras su discurso que esa propuesta «el día de mañana avergonzaría al mundo progresista de haber sido desarrollada», añadiendo que hubiese representado un grave retroceso en la soberanía nacional. También se cuestionó la autenticidad del denominado «bloque progresista», al señalar que «nunca ha sido ni bloque ni progresista» y criticando que se confunda a partidos nacionalistas y conservadores con la izquierda.
El presidente de Castilla-La Mancha reflexionó sobre el futuro de la legislatura, aseverando que gobernar implica más que ocupar cargos, se trata de cumplir con las promesas hechas a la ciudadanía. Señaló que, si el único objetivo es mantener el poder en las instituciones, esta situación es insostenible.
Además, se mostró preocupado por la argumentación en torno a no convocar elecciones por temor a que la derecha y la extrema derecha ganen, lo que interpretó como un indicativo de que «la mayoría del pueblo español está en otra dirección».
En relación a los Presupuestos Generales del Estado, García-Page expresó que, si los costos para llevar a cabo esos presupuestos son excesivos, como los peajes de Junts, «esa cuenta sale poco rentable». También subrayó que el debate sobre los presupuestos es esencialmente nulo y que el Gobierno ha dejado claro que seguirá su curso independientemente de su aprobación.
Por último, el presidente aseguró que su prioridad es no ceder a más compromisos que puedan comprometer la integridad de las políticas prometidas, dejando claro que la situación actual de la legislatura no está totalmente cerrada, aunque atraviesa un periodo de estancamiento.
