Un total de 37 incidencias de carácter sanitario fueron atendidas este jueves tras la procesión del Corpus Christi de Toledo, según informó el alcalde de la ciudad, Carlos Velázquez, en declaraciones a los medios este viernes. La mayoría de las atenciones se debieron a lipotimias, golpes de calor, náuseas o crisis de ansiedad.
Las incidencias fueron gestionadas por Protección Civil y Cruz Roja, y de los 37 casos atendidos, seis terminaron con traslados al hospital. Afortunadamente, todos los pacientes recibieron el alta hospitalaria, lo que significa que no se lamentan incidencias graves.
El alcalde destacó que, a raíz de las altas temperaturas, hubo una notable necesidad de asistencia, a pesar de que los asistentes intentaron protegerse del sol buscando sombra, usando gorras y sombreros, e incluso paraguas. En este contexto, Velázquez subrayó la cantidad de agua que se repartió durante el evento: 10.000 botellas de agua fresca. Tan solo se agotaron todas, un hecho sin precedentes en años anteriores.
Además, Velázquez se mostró satisfecho con la afluencia de visitantes en la ciudad, apuntando que, a pesar de que no eran fiestas en Madrid ni había una celebración nacional, Toledo recibió a “muchísimos visitantes”. También puso en valor el éxito de la corrida de toros del Corpus, donde se colgó el cartel de ‘no hay billetes’ después de 16 años, desde que José Tomás toreara por última vez en la ciudad en 2009.
Por otro lado, el alcalde fue consultado sobre el 25 aniversario de las escaleras mecánicas de Recaredo. Recordó que, en su momento, fue una actuación muy polémica y criticada, pero el Ayuntamiento asumió el reto con valentía y determinación. Velázquez enfatizó que, con el tiempo, las escaleras se han convertido en un ejemplo de cómo los proyectos deben responder a las necesidades de la ciudad y ejecutarse con excelencia.