La directora general de Medio Natural y Biodiversidad, Susana Jara, ha llevado a cabo este jueves la liberación de varias aves, entre ellas un búho real, dos halcones peregrinos, una lechuza y un cárabo, que habían sido recuperadas en el Centro de Estudios de Rapaces Ibérico (CERI) ubicado en Sevilleja de la Jara y que depende de la Consejería de Desarrollo Sostenible. Este evento ha contado con la participación de alumnos de cuatro centros educativos de la provincia de Toledo.
Durante el acto, Jara, acompañada del delegado provincial de Desarrollo Sostenible, Rubén Torres, ha explicado que los ejemplares liberados fueron ingresados en el CERI por diversas causas, tales como el pegamento, disparos, traumatismos y electrocuciones. Estos animales han recibido un exhaustivo trabajo de recuperación por parte de veterinarios y técnicos para lograr que incrementaran su musculatura y perfeccionaran sus habilidades antes de ser devueltos a su hábitat natural.
La directora general ha destacado el compromiso del Gobierno regional en la mejora de los centros de recuperación de fauna, evidenciado por una inversión reciente de más de medio millón de euros destinada a modernizar y adecuar el CERI. Este centro, pionero en la reproducción en cautividad de varias especies de águilas, ha visto un incremento notable en el número de animales atendidos. En 2022, el CERI fue el centro de fauna salvaje que registró la mayor cantidad de ingresos, con aproximadamente 1.350 ejemplares, de un total de 5.000 en todos los centros de la región. La mayoría de los animales recuperados fueron aves no rapaces, seguidas de aves rapaces, mamíferos, anfibios y reptiles.
El CERI también actúa como un centro de referencia forense para determinar las causas de mortalidad no natural en especies amenazadas, siendo la electrocución la principal causa de mortalidad reportada. A este respecto, Jara ha señalado que se han destinado 10,7 millones de euros en los últimos cinco años para reducir los casos de electrocución y colisiones de aves, adaptando más de 5.500 apoyos eléctricos peligrosos en colaboración con 300 titulares de líneas de alta tensión, incluyendo ayuntamientos y particulares.
La labor de conservación es especialmente crítica en Castilla-La Mancha, un área de paso para aves migratorias y con un hábitat bien conservado que alberga numerosas especies de rapaces. Jara ha comentado que las acciones implementadas por el Gobierno han contribuido a duplicar la población de águila imperial en los últimos cinco años.
Además, ha agradecido la colaboración de Agentes Medioambientales, la Guardia Civil, la policía local y la ciudadanía, quienes alertan sobre la presencia de especies en peligro en el entorno.
Finalmente, ha subrayado la labor educativa de los centros de recuperación, en este caso en el marco del ‘Tour de Mates en Toledo’, impulsado por el IESO ‘Manuel de Guzmán’ de Navahermosa y otros centros de secundaria de la provincia, que busca sensibilizar a los jóvenes sobre la importancia de conservar el medio ambiente y proteger la avifauna.