Teodoro Sobrino, veterano árbitro con más de dos décadas de experiencia en el fútbol profesional y diez años como asistente internacional, ha anunciado su candidatura para asambleísta de la Real Federación de Fútbol de Castilla-La Mancha. A través de la candidatura ‘Más Fútbol’, Sobrino se muestra decidido a competir por el cargo que ha ostentado Pablo Burillo desde 2020.
En conversación con Europa Press, Sobrino expresó su intención de abrir «un tiempo nuevo» en el órgano rector del fútbol en la región, argumentando que es el momento oportuno para ofrecer su larga experiencia al servicio de la Federación. «Es el momento de poner mi experiencia a disposición y aportar dentro de la Federación», declaró.
El árbitro criticó a la actual administración de la federación, acusándola de haber «totalmente olvidados» a los clubes pequeños y de una gestión desconocida para muchos de ellos. Puso en evidencia las dificultades que estos clubes enfrentan al no ser capaces de afrontar los costos de inscripciones, multas y arbitrajes.
En caso de ser elegido asambleario, Sobrino manifestó su disposición de postularse para la Presidencia de la Federación, promoviendo un «cambio drástico y absoluto en todas las cosas», tras lo que mencionó haber percibido un deseo de cambio entre la comunidad del fútbol local.
Además, Sobrino lidera un movimiento que critica el «caciquismo y falta de transparencia» durante la convocatoria del proceso electoral. Expuso su consternación al evidenciar que la mayoría de los clubes estaba desinformada sobre la convocatoria de elecciones, la cual fue publicada únicamente en la página web de la Federación.
La situación se complicó cuando se reveló que la elección reciente de la Junta Electoral se llevó a cabo con tan solo tres votos delegados por clubes que desconocían que estaban participando. La maniobra, según Sobrino, es objeto de recurso y los clubes en cuestión están considerando la presentación de denuncias.
El árbitro denunció la falta de transparencia y el intento de los dirigentes actuales de ocultar el proceso electoral, sin proveer información adecuada. Además, criticó el breve plazo de ocho días para solicitar el voto por correo, un período que comenzó sin que muchos clubes tuvieran conocimiento de ello.
Si bien no ofreció pormenores sobre una potencial campaña electoral, Sobrino hizo hincapié en que su enfoque principal sería apoyar a los clubes pequeños, identificándolos como uno de los objetivos centrales para su gestión e involucramiento en la Federación.