La cocina toledana se transportará a países tan variopintos como Siria, Perú, Japón, Argentina o China a través de la nueva iniciativa de la Asociación Provincial de Hostelería y Turismo de Toledo (AHT), denominada ‘Cocina viajera’ y en la que un total de 13 establecimientos hosteleros –doce de la capital y uno de Torrijos– fusionarán la cocina tradicional de Toledo con los elementos de otros países traídos por los trabajadores extranjeros de los restaurantes participantes para crear tapas que fusionarán los elementos de escuelas cocineras muy diversas.
Así lo ha explicado el presidente de la AHT, Tomás Palencia, este martes en la rueda de prensa de presentación de esta jornada de la tapa de nueva creación, que se desarrollará entre los días 2 y 12 de marzo.
Palencia ha explicado que ‘Cocina viajera’ nace de la realidad de que las cocinas toledanas ya cuentan con muchos profesionales de otros países, lo que ha hecho «inevitable» que exista una influencia de sus cocinas de origen en la cocina actual de cada restaurante.
«Ya llevamos tiempo teniendo personas colombianas, ecuatorianas, indias o sirias y queríamos reflejar cómo poder incluir esa cocina fusión de dos países y como poder traer aquí lo que habitualmente se hace en sus lugares de origen», ha comentado.
De esta manera, ha considerado que se han obtenido tapas «muy chulas» con influencias sirias, peruanas, marroquíes, argentinas, japonesas o chinas con «muchísimas elaboraciones que son muy apetecibles».
Además, ha afirmado que estas jornadas también sirven como un «homenaje» a todos los trabajadores extranjeros en las cocinas toledanas, de manera que puedan estar en «su sitio de confort», ya que la llegada a un nuevo país y una nueva cocina ha supuesto para ellos trabajar «con elementos y productos distintos». «Tienen una capacidad de asentamiento y de cambio e innovación muy importante», ha reconocido.
El presidente de la AHT ha comentado que esta es una jornada de degustación «sin más» y por eso no se han establecido premios de ninguna clase, dejando las jornadas «más abiertas a que la gente pueda degustar y disfrutar».
En cuanto a la participación, ha reconocido que es menor que en otras jornadas de la tapa, «como siempre en las primeras ediciones», augurando que si el evento funciona «la gente se va apuntando» en las siguientes ediciones. «Pero sabíamos que teníamos que salir por la ilusión que ha puesto cada uno» de los participantes, ha señalado.
