El presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, ha anunciado este martes su compromiso con los sectores impactados por la reciente subida de aranceles del gobierno de Donald Trump. Para abordar esta problemática, se establecerá un observatorio de trabajo «conjunto y participativo». El objetivo es evaluar la evolución de las decisiones y negociaciones en el marco de la Unión Europea, y ofrecer un enfoque preciso, o “microcirugía”, para ayudar a las empresas que más sufren estas decisiones.
La consejera de Economía, Empresas y Empleo, Patricia Franco, quien estuvo presente en el Palacio de Fuensalida, explicó que actualmente 292 empresas en Castilla-La Mancha exportan de forma regular a Estados Unidos, mientras que 891 lo hacen de manera menos sistemática. Durante la reunión con agentes sociales, se dio un apoyo unánime a la estrategia delineada por García-Page. Además, el Gobierno regional lanzará una encuesta a más de 4.600 empresas del sector exportador para medir el impacto real de los nuevos aranceles y se identificó la necesidad de buscar nuevos mercados alternativos.
Franco hizo hincapié en que la primera medida a implementar es la promoción de mercados alternativos y proporcionar un apoyo institucional sólido que incluya información constante sobre los cambios arancelarios. Este trabajo se complementará con una sesión del Consejo Interterritorial de Internacionalización que se llevará a cabo el jueves, donde se espera que se definan directrices después de la reunión de los ministros de Economía de los países de la UE.
Por su parte, el consejero de Agricultura, Ganadería y Desarrollo Rural, Julián Martínez Lizán, subrayó la relevancia del mercado estadounidense para el sector agroalimentario de la región, con ventas que alcanzan los 130 millones de euros. Aunque el queso manchego se encuentra entre los productos que podrían verse más afectados, se confía en que se superen los obstáculos, como ocurrió en situaciones anteriores. Lizán también señaló que Estados Unidos, que importa el 98% del aceite que consume, presenta una oportunidad importante para el aceite de oliva de la región, a pesar de las recientes caídas en precios.
Al terminar, hizo un llamado a la “prudencia más que preocupación” y a la unidad para superar este desafío impuesto por la текущая política del Gobierno estadounidense. Recordó que las guerras comerciales no deberían afectar la alimentación, señalando que «solo van a afectar a las clases más vulnerables».
Los agentes sociales contribuyeron al diálogo, añadiendo en sus intervenciones la importancia de una respuesta coordinada frente a la situación. El secretario general de CCOO en Castilla-La Mancha, Paco de la Rosa, celebró los pasos de Europa hacia una política firme frente a los aranceles de Trump, mientras que la secretaria de UGT, Lola Alcónez, destacó la necesidad de herramientas que mitiguen el impacto en las empresas y los trabajadores. Ángel Nicolás, presidente de la Cecam, abogó por soluciones adaptadas a las diversas necesidades de las empresas, enfatizando la importancia de explorar nuevos mercados para contrarrestar las pérdidas potenciales.