Conflictos y Alianzas Teñidas de Desconfianza en Valle Salvaje
Victoria siempre ha sido una mujer que juega sus cartas en silencio en Valle Salvaje, pero ahora parece dispuesta a perderlo todo lo que ha tenido hasta el presente. Se ha confirmado que las palabras que intercambian Mercedes y Victoria tienen un trasfondo tenso, pero hay un punto de coincidencia: sacar a Felipe de la ecuación. Sin embargo, la desconfianza de las dos podría convertirse en su mayor adversario. «El odio une más que el amor, pero también destruye más fácil», y en este sentido, una alianza que no sea constructiva se puede fracturar al poco tiempo de iniciarse.
El reencuentro entre Felipe y Victoria revienta la situación. Los cruces de miradas dejan entrever que, en competición, hay algo más que eso en el aire. ¿Es capaz Victoria de llevar a cabo un juego sin la ayuda de Mercedes? La ambición llegó hasta aquí, pero ahora es el miedo el que podría determinar su próximo movimiento.
No hay que olvidar que Mercedes no es una inocente. También ella tiene sus propias razones para querer ver a Felipe fuera de juego, y si se une a la causa con Victoria será en función del momento que más le convenga. «En este valle, las promesas se hacen para romperse», y aquí tampoco son precisamente conocidas por pagar la lealtad a sus promesas. Si la trama se sostiene, podría cambiar el equilibrio de poder.
Mientras tanto, en otra parte del Valle, Úrsula quiere dejar en claro que no está para esperar más; y su encuentro con Rafael, el cual tiene suma importancia, demuestra que está en su punto de ebullición y le lanza: «¿Qué soy para usted?», revelando su vulnerabilidad. La respuesta a esta pregunta podría marcar un hito no solo en su futuro, sino en el de todos aquellos que, como satélites, giran a su alrededor.
Rafael, que lleva mucho tiempo en la cúspide de la pirámide, ahora se encuentra encajado en una extraña posición: si rechaza a Úrsula, avivaría su ira; en caso de que ceda, habrá perdido el control de una situación que ya de por sí es volátil. «El silencio a veces es un golpe más duro que un no», se dice a sí mismo, y al inicio de su indecisión puede haber dado pie a un nuevo caos.