En recientes declaraciones en el programa Más de Uno de Onda Cero, dirigido por Carlos Alsina, Maria Corina Machado, una prominente figura de la oposición venezolana, ha enfatizado que la crisis en Venezuela trasciende las tradicionales divisiones políticas de izquierda y derecha, y se centra en una lucha entre libertad y opresión. La conversación adquiere relevancia tras el respaldo expresado por el Congreso en España y la Eurocámara hacia Edmundo González, reconociéndolo como el presidente electo de Venezuela, un movimiento que sugiere un cambio de postura internacional frente a la situación política en la nación sudamericana.
Machado ha destacado la importancia de una unión transversal de fuerzas políticas, aludiendo a la postura de Estados Unidos, donde demócratas y republicanos han mostrado un frente común en su apoyo a la causa democrática en Venezuela y en su condena al gobierno de Nicolás Maduro. Este enfoque bipartidista estadounidense se presenta como un modelo de consenso y acción colectiva que, según Machado, debiera emularse en Europa, particularmente entre el Partido Socialista Obrero Español (PSOE) y el Partido Popular (PP), para facilitar una transición democrática en Venezuela.
La líder opositora insistió en la necesidad de implementar estrategias dobles para debilitar al régimen de Maduro: la reactivación de sanciones internacionales de manera coordinada y el reconocimiento europeo de Edmundo González como legítimo ganador de las elecciones venezolanas. Sin embargo, pese a la decisión del Parlamento español y el europeo, la respuesta de otros gobiernos europeos y de la Comisión Europea ha sido tibia, sin reconocimientos explícitos a González.
El caso de Edmundo González es particularmente simbólico. Su llegada a Madrid el 8 de septiembre como refugiado político, huyendo de la represión de Maduro, pone de relieve la difícil situación que enfrentan los líderes opositores en Venezuela. González, quien ha afirmado haber sido coaccionado para reconocer a Maduro como presidente, refleja el dilema extremo que enfrentan los opositores: el exilio o la confrontación directa y peligrosa con el régimen.
La insistencia de Machado en la necesidad de reconocimiento internacional para González y la firme condena a las tácticas de intimidación empleadas contra él subrayan la urgencia y la gravedad de la crisis venezolana. La narrativa de «libertad versus opresión» resume el llamado a la acción internacional y a la solidaridad con aquellos que buscan restablecer la democracia en Venezuela, en un contexto donde el apoyo bipartidista internacional puede ser crucial. La situación en Venezuela, lejos de ser una mera disputa política interna, es cada vez más un testamento de los valores democráticos en juego en la arena global.