Este miércoles, el ministro de Defensa de Venezuela, Vladimir Padrino López, anunció el inicio de maniobras militares en el Caribe, una respuesta directa a las recientes afirmaciones de Donald Trump sobre la destrucción de embarcaciones venezolanas por parte de las fuerzas estadounidenses. La operación, denominada ‘Caribe soberano 200’, se llevará a cabo en la isla La Orchila y contará con un amplio despliegue de medios aéreos, marítimos y terrestres, junto a unidades de fuerzas especiales y guerra electrónica.
Padrino López subrayó que estas acciones son una respuesta contundente ante lo que describió como «una voz amenazante contra nuestro pueblo y nuestras autoridades legítimas». En este contexto, se sitúa también la denuncia del ministro del Interior, Diosdado Cabello, sobre una supuesta operación de falsa bandera de la DEA, que resultó en la detención de cuatro personas relacionadas con el tráfico de drogas en el país, lo que añade más tensión a la ya complicada situación política y social de Venezuela.
Los ataques estadounidenses que han dejado cerca de 15 muertos a bordo de barcos venezolanos han causado revuelo en el ámbito internacional y también han generado cuestionamientos dentro de Estados Unidos sobre la legalidad de tales acciones, pues algunos legisladores opinan que no se justifica bombardear embarcaciones que no están catalogadas como objetivos militares. Esta escalada de hostilidades refleja la fragilidad de las relaciones entre ambos países, mientras que Venezuela se aferra a su narrativa de soberanía y defensa ante lo que considera una agresión extranjera.
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