En una movida inusual pero no sin precedentes, el presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, anunció la anticipación de las celebraciones navideñas al mes de octubre. Este adelanto, según Maduro, se justifica por las «buenas perspectivas económicas» vistas en agosto, lo que le llevó a declarar que ya «huele a Navidad» en el país.
Esta medida busca no solo fomentar el espíritu festivo sino también agradecer y reconocer los esfuerzos del «pueblo trabajador» venezolano, especialmente en el contexto de los recientes «ataques fascistas» contra la nación, incluido un destacado intento de sabotaje contra el Sistema Eléctrico Nacional a finales de agosto. A pesar de estos desafíos, Maduro resaltó la respuesta de los ciudadanos y la fuerza laboral que, a su juicio, demostró su resiliencia al mantenerse activa y contribuir a la estabilidad y recuperación rápida del servicio eléctrico.
Además, Maduro aprovechó la oportunidad para afirmar que el gobierno se mantiene firme en su compromiso de hacer justicia, prometiendo que «caerá todo el peso de la ley» sobre quienes considera responsables intelectuales y materiales de los ataques contra Venezuela.
La decisión de adelantar la Navidad no es nueva en el mandato de Maduro; ya en 2020, en medio de la pandemia global, y nuevamente un año después, el líder venezolano recurrió a esta estrategia, aparentemente para aliviar las secuelas de la crisis sanitaria y económica entre los venezolanos. Tradicionalmente, durante la temporada navideña, el gobierno ha distribuido paquetes de comida entre los residentes de los barrios más humildes, como parte de sus esfuerzos para asegurar el bienestar de la población.
La noticia de este adelanto navideño en Venezuela surge en un contexto de tensiones y sanciones internacionales, tal como lo subraya la confiscación del avión oficial de Maduro por parte de Estados Unidos, destacando el complejo panorama político y económico que enfrenta el país sudamericano. Sin embargo, esta medida procura generar un sentido de normalidad y celebración entre los venezolanos, en medio de las adversidades.
