La Fundación Franz Weber ha criticado esta mañana la corrida de Orgaz prevista para el domingo 26 por incluir el acceso gratuito de niños y niñas hasta los 8 años, al ser contraria a una recomendación del Comité de los Derechos del Niño.
El cartel promocional, que supone el patrocinio del Ayuntamiento, establece una bonificación completa para la participación de personas menores de 0 a 8 incumpliendo de forma clara las objeciones internacionales realizadas en los últimos años y donde colaboraría el propio consistorio.
Los naturalistas, con estatus consultivo en este organismo internacional de especialistas en derechos de la infancia, han advertido que el informe de evaluación a España de 2018 incluyó un texto muy claro al respecto de la participación o presencia de menores de 18 años en espectáculos taurinos, subrayando que había que alejarlos de los mismos.
Virginia Portilla, psicóloga experta en violencia, señala:
«Estas promociones del lobby taurino reflejan un intento desesperado por introducir a grupos vulnerables en la dinámica de crueldad y violencia, intentando revertir la falta de relevo generacional que anuncian todos los estudios sociológicos realizados en las últimas décadas.»
Así, los promotores pretenden integrar a niñas, niños y adolescentes en una actividad donde se produce violencia explícita hacia animales y posibilidad de sufrimiento humano, con cogidas o lesiones.
La Fundación urge a las administraciones públicas a trabajar por la protección de la infancia y la adolescencia, instando la retirada de cualquier tipo de publicidad o promoción que busque fomentar su acceso a actividades lesivas para su desarrollo social, moral, intelectual o psíquico.
Contenidos violentos con refuerzo positivo.
En estas convocatorias se pueden ver el sufrimiento, también posibles heridas, provocadas sobre el bóvido, comportamientos y gestos asociados a un evidente dolor de los mismos.
Además, los naturalistas explican que la presencia va acompañada de comentarios que refuerzan de forma positiva todo lo que se produce en la plaza y que personas menores de edad pueden asumir como normal y positivo, contribuyendo a la banalización de la violencia contra animales.
Científicos alertan sobre estas imágenes.
Diferentes especialistas han advertido acerca de la exposición de las personas menores de edad a contenidos violentos, comprobando alteraciones en su comportamiento y midiendo diferentes niveles de agresividad y ansiedad posterior.
Además del evidente riesgo de que el niño sufra angustia e incluso efectos traumáticos originados por la exposición de escenas de agresiones violentas hacia humanos y animales, la exposición a la violencia en la infancia puede contribuir a la normalización de la violencia y fomentar actitudes de aceptación de la agresión.