Veinte Días de Maniobras Políticas: Forjando la Nueva Mayoría Von der Leyen e Incorporando a Meloni

En 2019, Ursula von der Leyen irrumpió inesperadamente en la escena política europea como la seleccionada para liderar la Comisión Europea. Varias vueltas al calendario han fortalecido su estatus como una figura dominante en el tablero político de Europa. Ahora, se encuentra nuevamente en el proceso de ser nominada para continuar al mando de la Comisión, una tarea que, aun cuando se perfila accesible, exigirá de estrategias más refinadas y negociaciones puerta a puerta debido a una complejidad incrementada en el panorama político de la Unión Europea (UE).

La UE de hoy presenta un panorama más dividido, haciendo más arduo el camino para Von der Leyen y su equipo, quienes son plenamente conscientes de la delgada y frágil mayoría centrada en el Parlamento Europeo. Frente a este escenario, han decidido no tomar nada por sentado, efectuando rondas de conversaciones con cada uno de los eurodiputados para asegurar cada voto necesario que confirme a Von der Leyen para el cargo este 18 de julio.

La estrategia del equipo de Von der Leyen es inclusiva; están dispuestos a reunirse con todos los grupos parlamentarios, incluso aquellos de tendencias ultraconservadoras como los Conservadores y Reformistas (ECR), donde se agrupan partidos como Vox, Ley y Justicia (PiS) de Polonia y los Fratelli d’Italia de Giorgia Meloni. A pesar de estas maniobras diplomáticas, ciertos sectores dentro del Partido Popular Europeo (PPE) ven líneas rojas en pactar con Los Verdes, optando por buscar apoyos adicionales en los márgenes menos radicales del ECR.

La posición de Von der Leyen resulta todavía más delicada al tener que balancearse entre Los Verdes y el ECR, sabiendo que cualquier inclinación podría resultar en la pérdida de importantes apoyos dentro de su propia base de mayoría. La discusión con la líder de los socialdemócratas europeos, Iratxe García, subraya esta tensión, marcando el rechazo absoluto a cualquier acuerdo con la extrema derecha.

Un elemento interesante en este complejo escenario político es la figura de Giorgia Meloni, cuya abstención durante el proceso de nombramiento refleja una estrategia de negociación más matizada de lo que podría presuponerse en un primer momento. Se interpreta que Meloni, con sus 24 eurodiputados del FdI, se posiciona como un actor decisivo . Ella espera que su apoyo se traduzca en la asignación de una cartera de peso dentro de la Comisión, evidenciando una vez más la importancia de las negociaciones y los acuerdos en el funcionamiento interno de la UE.

Von der Leyen ve a la Comisión Europea como un eje central que no solo debe ejecutar su propia agenda, sino también cultivar y mantener buenas relaciones con las grandes capitales de la UE. Esta percepción la lleva a buscar una mayor comprensión y colaboración entre los líderes de la UE, lo que implica manejar con táctica las ambiciones y reservas de figuras como Meloni.

La relación entre Von der Leyen y Meloni apunta a un futuro de estratégicas alianzas dentro de un marco europeo claramente más fragmentado y retador. En un contexto donde el poder se negocia entre corredores y salas de reuniones, es claro que la reelección de Von der Leyen se juega tanto en los detalles de estas interacciones como en las grandes líneas de la política europea, marcando un periodo donde la habilidad para tejer consensos será tan crítica como las visiones políticas que estos liderazgos representan.

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