Unas 150 personas se manifestaron este jueves frente al Palacio de Fuensalida, sede del Gobierno de Castilla-La Mancha, en una convocatoria organizada por Stop Ganadería Industrial C-LM, una plataforma que agrupa a más de 30 movimientos vecinales de las cinco provincias de la región. Los participantes exigieron a la administración regional que dé marcha atrás en su decisión de reactivar la concesión de licencias para la ampliación de macrogranjas.
Durante la protesta, los manifestantes exhibieron lemas como «Page atiende, la Mancha no se vende», «Nosotros votamos, los gorrinos no» y «Quiero oler a pino, no a mierda de gorrino.» Los asistentes denunciaron que la producción industrial de carne no solo no contribuye al desarrollo económico local, sino que también compromete la calidad de vida de los habitantes de estas áreas, generando malos olores, problemas de salud pública y la contaminación del agua y los suelos por exceso de nitratos.
Paciencia Talaya, integrante de la Junta de Stop Ganadería Industrial C-LM, subrayó que la comunidad no desea este tipo de ganadería, argumentando que solo conduce a la ruina económica de los pueblos y beneficia a unos pocos, mientras que la carne producida es principalmente destinada a la exportación. Talaya instó al presidente Page a rectificar su postura, advirtiendo que la población se opone a estas iniciativas.
Talaya también criticó la gestión del Gobierno regional, que aprovechó el tiempo en el que no se autorizaban nuevas macrogranjas para crear «una legislación a medida». Denunció que el nuevo plan de biometanización del Ejecutivo, el cual prevé la instalación de plantas de biogás, podría facilitar la salida de purines generados por las macrogranjas, perjudicando aún más a las comunidades afectadas.
La desconfianza hacia los políticos fue un tema recurrente en los discursos, señalando que las promesas de protección y moratoria sobre las macrogranjas fueron solo medidas temporales, coincidieron los manifestantes. Amparo Cuenca, otra de las representantes de Stop Ganadería Industrial y de Ecologistas de la Manchuela, recordó que la paralización de licencias resultó de una denuncia de la Unión Europea sobre la contaminación de acuíferos en la región.
Cuenca denunció la creación de un decreto de purines que favorece a la agricultura intensiva, exigiendo que se respete en cambio la ganadería extensiva y proponiendo un estudio sobre la capacidad ganadera adecuada para la región.
Con preocupación, los manifestantes alertaron sobre el plan de biometanización que contempla la construcción de 208 plantas de biogás, arguyendo que estas podrían contribuir a fomentar la llegada de más macrogranjas y generar importantes molestias a la población. La representante de Stop Ganadería Industrial C-LM cuestionó la instalación de estas plantas en lugares sin presencia de granjas intensivas, temiendo que actúen como un efecto llamada para nuevas instalaciones. Concluyeron que el Gobierno regional debe priorizar la defensa del medio ambiente en lugar de comprometerlo en beneficio de intereses particulares.
