Un nuevo incendio en el edificio abandonado del Paseo San Antonio ha provocado una intensa preocupación entre los vecinos del barrio de Casablanca, en Cuenca. La comunidad se manifiesta desconcertada ante la falta de soluciones definitivas tras más de 15 años de abandono y deterioro de este inmueble.
La Asociación de Vecinos de Casablanca ha emitido un comunicado reiterando la crítica situación del edificio, que ha sido escenario de múltiples incidentes y que representa un riesgo para la seguridad, la estética y la calidad de vida de la zona. «Esta propiedad ha generado gran preocupación entre los vecinos», subrayan desde la asociación, resaltando los efectos negativos que la situación tiene sobre el entorno.
En la última semana, los bomberos intervinieron nuevamente para extinguir un tercer incendio en el tejado del edificio, que ya había sido blanco de dos siniestros anteriores. A pesar de los incidentes, los propietarios no parecen haber adoptado medidas efectivas, lo que ha llevado a los vecinos a exigir con urgencia la actuación de las autoridades competentes.
Los residentes de Casablanca también han destacado que el edificio es ocupado por personas sin recursos, lo que añade un componente de riesgo adicional. «Es preocupante que estas personas pasen la noche en un inmueble semiderruido que ha tenido múltiples conatos de incendios y que, hasta ahora, no ha causado pérdidas personales», expresan los vecinos.
La sensación de inseguridad se está apoderando de la comunidad, y muchos ciudadanos reclaman que se implementen acciones urgentes para abordar esta problemática. Entre las medidas solicitadas se encuentran la intervención de las autoridades locales para exigir a los propietarios la rehabilitación del edificio, o la expropiación del mismo si no se cumplen las normativas de seguridad y habitabilidad.
Adicionalmente, los vecinos están demandando mejoras en la seguridad del inmueble, como el tapiado de puertas y ventanas, con el fin de prevenir actividades delictivas y garantizar la tranquilidad de la zona. Por último, proponen establecer un diálogo abierto con la comunidad para encontrar soluciones que beneficien a todos los implicados y mejoren la calidad de vida en el barrio.