Granátula de Calatrava ha vivido un domingo cargado de emoción y devoción al inaugurar la esperada Casa de Hermandad de la Virgen de Oreto y Zuqueca. Este evento, considerado histórico para la localidad, marca la culminación de un esfuerzo que se ha extendido por más de dos décadas, reflejando el compromiso inquebrantable de la hermandad y sus fieles. La ceremonia contó con la presencia del presidente de la Diputación de Ciudad Real, Miguel Ángel Valverde, y la portavoz del Gobierno en la institución provincial, Rocío Zarco, quienes fueron cálidamente recibidos por el alcalde del municipio, Félix Herrera.
Durante el acto, Valverde destacó la trascendencia del momento, describiéndolo como un «acontecimiento extraordinario». Subrayó que la creación de la Casa de Hermandad no es solo un logro para la Virgen de Oreto y Zuqueca, sino un espacio que pertenece a todos los granatuleños. «Han sido más de dos décadas de trabajo, de esfuerzo, de sacrificio», comentó, celebrando el tenaz esfuerzo colectivo que hizo posible este logro.
El presidente de la hermandad, Aquilino Donoso Donoso, junto con el pueblo de Granátula de Calatrava, recibió las felicitaciones por su compromiso hacia esta devoción mariana. Valverde también resaltó la profunda conexión histórica de la Virgen de Oreto y Zuqueca en la región, recordando que esta advocación es posiblemente la más antigua de la provincia, una tradición que ha influido en la expansión de otras devociones marianas en todo el Campo de Calatrava y más allá.
En un gesto de apoyo continuo, Valverde reafirmó el compromiso de la Diputación con las hermandades locales, recordando la ayuda brindada para la restauración del camarín de la Virgen. Haciendo eco de su compromiso, sugirió una posible declaración de la romería como una celebración de singular interés para la provincia, instando a la hermandad y al Ayuntamiento a presentar una solicitud en la próxima convocatoria. «Queremos poner en valor muchas de estas celebraciones que tienen un claro interés y una singularidad especial», enfatizó.
Valverde cerró con palabras de esperanza para el futuro de la tradición, deseando que la devoción a la Virgen de Oreto y Zuqueca continúe fortaleciéndose. Expresó su deseo de que la Casa de Hermandad sirva no solo a los miembros de la hermandad, sino a toda la comunidad del Campo de Calatrava, consolidándose como un punto de encuentro y devoción para los años venideros.
Fuente: Diputación de Ciudad Real
