Valeria Ros ha causado revuelo en el set de grabación de MasterChef Celebrity tras ser apartada de la competición en medio de una prueba de exteriores destinada a honrar a los héroes de la Policía Nacional. La situación, que comenzó con un gesto de preocupación del jurado, culminó con la decisión de los chefs de que la comunicadora no debía participar debido a su estado de salud.
Mientras se preparaban para cocinar deliciosos platos inspirados por los chefs Oswaldo y Bruno González para 80 agentes del Centro Policial de Canillas en Madrid, los miembros del jurado notaron que Valeria no se encontraba bien. Pepe Rodríguez, uno de los chefs más reconocidos del programa, interrumpió el clima de organización para dirigirse a ella: «Valeria, ¿qué pasa? Te veo rara». Sus palabras revelaron una preocupación palpable, mientras que Valeria confesaba sentirse «supermareada», describiendo síntomas que evocaban una gastroenteritis.
El ambiente de camaradería entre los concursantes se tornó grave cuando los compañeros de Valeria señalaron lo «caliente» que estaba al tacto, evidenciando que su estado no era el mejor para afrontar la competencia culinaria. La respuesta del jurado fue rápida y contundente: «No estás para cocinar. La salud es lo primero, recupérate». Aunque apartada de la prueba grupal, Valeria no fue eliminada del concurso, lo que le permite seguir en la batalla por el delantal de MasterChef.
Valeria formaba parte del equipo rojo, liderado por Soraya Arnelas. Su ausencia creó un vacío, advirtiendo un desafortunado giro en la estrategia del grupo. Soraya expresó su preocupación: «Que no esté es un paso atrás, y vamos a notar su falta muchísimo». Con el resto del equipo compuesto solo por Juanjo Bona y Mariló Montero, la carga sobre los restantes cocineros aumentaba en un momento ya de por sí crítico, dado que se acercaba el momento de la decisión sobre quién sería el próximo en abandonar la competencia.
Así, la emoción y el dramatismo que caracterizan al programa se entrelazan con la realidad de la salud de los participantes, recordando a todos que detrás de cada delantal hay seres humanos que, más allá de las competencias, luchan con sus propias batallas. La prueba de hoy fue un golpe para Valeria y su grupo, pero también un recordatorio de que, en el mundo de la cocina, la salud y el bienestar personal siempre deben ser la prioridad número uno.