UPA Castilla-La Mancha denuncia la reducción de precios en la adquisición de leche de cabra y oveja imputando a la industria

UPA C-LM critica las bajadas de precio en la compra de leche caprina y ovina, responsabilizando a la industria

La Unión de Pequeños Agricultores de Castilla-La Mancha (UPA) ha manifestado su disconformidad con los recientes contratos de compra de leche de oveja y cabra que presentan significativas reducciones en el precio pagado a los productores. Según datos proporcionados por la federación, los precios han descendido entre 12 y 15 céntimos por litro para la leche de cabra y entre 25 y 27 céntimos para la leche de oveja que no cuenta con Denominación de Origen. Esto representa una baja del 10 % en el precio de la leche de cabra y un 15 % en la leche de oveja.

La situación es especialmente sorprendente dado que, según informa la UPA por nota de prensa, se esperaba que los precios se mantuvieran o incluso aumentaran hacia 2024. Contrariamente a estas proyecciones, los contratos recientemente firmados indican precios de 1,09 euros por litro para la leche de cabra, un descenso respecto al valor de 1,14 euros por litro registrado a finales de 2023. En cuanto al ovino, los precios han pasado de 1,86 euros por litro en 2023 a 1,59 euros por litro en el primer trimestre de 2024.

Los ganaderos, considerados el eslabón más débil de la cadena productiva, consideran que están siendo los más afectados por esta situación. La sorpresiva caída de los precios se produce a pesar de que la producción de ambas leches ha mostrado una disminución en el último año, con descensos del 3,85 % para la leche ovina y del 4,25 % para la leche caprina, cambios que en teoría deberían impulsar un incremento en los precios pagados a los productores en lugar de una rebaja.

Otro de los problemas destacados por la UPA es la falta de tiempo suficiente para que los ganaderos puedan revisar y negociar los contratos con las industrias, quienes parecen beneficiarse de su situación dominante en el mercado.

Los agricultores y ganaderos afectados han hecho hincapié en la imposibilidad de mantenerse en el sector con los precios ofrecidos, lo que repercute directamente en el ya crítico problema del relevo generacional. La situación es contraproducente también en relación con las declaraciones de la industria sobre la necesidad de atraer a jóvenes y fomentar el crecimiento y la eficiencia en la producción láctea.

A pesar de las ventajas existentes para los jóvenes que se incorporan al sector, como mayor puntuación para recibir ayudas, la UPA advierte que, dadas las circunstancias actuales, estos estímulos podrían no tener efectos positivos.

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