La Federación de Orientación de Castilla-La Mancha ha expresado su profunda solidaridad con las comunidades de España afectadas por la devastadora ola de incendios que ha arrasado amplias áreas de bosque. Para los orientadores, el bosque no es solo un espacio natural; es su entorno vital, su «terreno de juego» y, por tanto, cada hectárea calcinada representa un impacto emocional significativo. La pérdida de estas valiosas tierras verdes lleva consigo un sufrimiento aún mayor, dado que muchos también están viendo cómo sus explotaciones agrícolas, ganaderas e incluso sus hogares se convierten en cenizas.
En momentos tan difíciles, la conexión entre los orientadores y la naturaleza se vuelve más palpable. Cada árbol que desaparece, cada rincón del bosque que se ve afectado, se siente como un puñal en la conciencia de aquellos que aman y practican esta disciplina. La solidaridad de la FECAMADO, junto con el cariño que destilan sus palabras, resuena como un abrazo reconfortante para aquellos que están sufriendo las consecuencias de esta calamidad.
Además, la Federación no quiere dejar de lado el orgullo que siente por sus miembros, quienes se han volcado decididamente en los esfuerzos de extinción de los incendios. Estos federados están demostrando un valor admirable, sacrificando su tiempo y energía, tanto física como mentalmente, para evitar que la tragedia se extienda a más bosques y que más vidas se vean afectadas. Su labor es un recordatorio de la resiliencia y comunidad que pueden surgir incluso en los momentos más oscuros.
Fuente: Federación de Orientación de Castilla-La Mancha