En un hecho sin precedentes en la historia de «Batalla de restaurantes», un popular reality show de competencias culinarias, la visita a la Brasería Los Charros resultó en una experiencia que ni los participantes ni el famoso chef Alberto Chicote pudieron digerir, literalmente. Durante la grabación de un episodio del programa, todos los asistentes se vieron imposibilitados de continuar con la degustación de platos debido a la extrema insalubridad del local.
Desde el primer momento, la inspección del establecimiento expuso las alarmantes condiciones higiénicas en las que se encontraba. La cocina, descrita por los visitantes con frases tan descriptivas como «esto está lleno de mierda, pero desde hace mucho tiempo» y «es una marranada», dejó en evidencia la falta de limpieza y mantenimiento, evidenciada por la presencia de cucarachas entre la comida y utensilios cubiertos de suciedad acumulada durante años.
La situación se tornó aún más desagradable al momento de sentarse a comer. Una cucaracha en la pared, observada por Chicote, presagiaba lo que vendría después. La aparición de otro de estos insectos, esta vez en uno de los platos servidos, marcó el final de la cata. La presencia de una morcilla bajo un plato solo añadió a la surrealista y desagradable experiencia vivida por los comensales y el equipo del programa.
La explicación del dueño del local, quien argumentó que la proximidad del río favorecía la aparición de plagas a pesar de los esfuerzos por controlarlas, no hizo más que subrayar la gravedad de la situación. El propietario, visiblemente apenado y abochornado por el estado de su restaurante durante la grabación, enfrentó la realidad de su negocio bajo la lupa pública.
El episodio en la Brasería Los Charros refleja no solo un fracaso en el mantenimiento de los estándares básicos de higiene requeridos en la industria alimentaria, sino también el impacto negativo que esta negligencia puede tener en la reputación de un establecimiento. Este incidente, lejos de ser un simple tropiezo en un programa de televisión, resalta la importancia crítica de seguir rigurosas prácticas de limpieza y control de plagas en el sector restaurantero, una lección amarga tanto para el propietario del local como para la audiencia del programa.
