En su inauguración el año pasado, la primera edición del programa especializado en Escuela Rural en la Facultad de Educación resultó en la participación activa de veinte estudiantes en conferencias académicas a nivel nacional e internacional, y pronto verán publicado un libro que compila los resultados de sus investigaciones, realizadas en colaboración con docentes de varios Colegios Rurales Agrupados (CRA) de la provincia de Cuenca.
Dado el éxito de esa primera edición, este viernes se inició la segunda entrega del programa con un evento en el Aula de Infantil del CRA Miguel Delibes en Villalba de la Sierra, Cuenca. En esta nueva edición, otros veinte estudiantes avanzados de la Facultad de Educación tienen la oportunidad de aprender y vivir experiencias junto a maestros rurales y destacadas especialistas en educación rural, con el objetivo de desarrollar habilidades para integrar la escuela con el entorno local. Este programa está dirigido por José María Martínez, encargado de los programas académicos de la cátedra, y Ana Rosa Bodoque, decana de la Facultad de Educación de Cuenca.
La apertura de este primer encuentro contó con la presencia de María del Mar Torrecilla Sánchez, viceconsejera de Educación, Universidades e Investigación de la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha, acompañada por Gustavo Martínez Morales, delegado provincial de Educación, Cultura y Deportes en Cuenca; César Sánchez Melendez, Vicerrector de Cultura, Deporte y Responsabilidad Social de la Universidad de Castilla-La Mancha y codirector de la Cátedra; Juan Expósito, primer teniente de Alcalde de Villalba de la Sierra y responsable de Educación, y Marta Villanueva, directora del colegio.
Posteriormente tuvo lugar la ponencia inaugural, a cargo de María del Mar Torrecilla Sánchez. Viceconsejera de Educación, Universidades e Investigación de la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha, que planteó su intervención como un diálogo con las y los estudiantes participantes, así como con los docentes de educación infantil, primaria y universitarios que asistieron a esta primera sesión. Mar Torrecilla quiso resaltar la influencia positiva que ha tenido en su trayectoria profesional haberla iniciado como maestra rural en localidades como Priego y Belmonte, porque “en Cuenca no ser maestra rural en algún momento de tu vida es imposible”, siendo una de las experiencias más gratificantes de la vida laboral.
Mar Torrecilla quiso resaltar la importancia que tiene para el gobierno de Castilla-La Mancha la escuela rural, elemento clave en la estrategia regional contra la despoblación reflejada en la Ley de medidas económicas, sociales y tributarias frente a la Despoblación y para el Desarrollo del Medio Rural en Castilla-La Mancha y en su desarrollo posterior. Porque según la Viceconsejera, en “Castilla-La Mancha construimos una educación inclusiva, en todos los sentidos, porque hemos de ir todos juntos, sin dejar a nadie atrás”. La Viceconsejera quiso recordar que uno de los grandes símbolos de la política educativa del gobierno regional es la apertura y mantenimiento de escuelas infantiles con menos de 4 alumnos
En este diálogo, los asistentes también plantearon a la Viceconsejera algunos temas relacionados con la digitalización, la formación especializada, posibles medidas que fortalecieran la escuela rural o el acceso a la profesión y tuvieron la oportunidad de conocer y preguntar sobre el modelo educativo en el medio rural de Castilla-La Mancha.
Esta primera jornada concluyó con la intervención de Paloma Castro y Ruth Molina del CRA Lozoyuela – Navas – Sieteiglesias de la Sierra Norte de Madrid, referente nacional de éxito en la creación de una comunidad de aprendizaje. Paloma y Ruth que ya formaron parte del profesorado de la primera edición, explicaron en un Taller Dialógico en el que también participó María Jesús Triguero el CRA Miguel Delibes, los principios en los que se basan este modelo educativo que, en su caso, complementan con el sistema Amara Berri, a través del cual tratan de fomentar el respeto, la equidad, la responsabilidad, el compañerismo y la inclusión.
También explicaron cómo el modelo de comunidades de aprendizaje implica también a las familias que participan voluntarios en las experiencias de aprendizaje, compartiendo sus experiencias, aprendiendo de los demás, mejorando la colaboración, desarrollando habilidades y conocimientos, promoviendo la creatividad, la innovación y la reflexión.