En un contexto donde la economía estadounidense enfrenta retos significativos, la administración del presidente Donald J. Trump ha presentado lo que describe como una oportunidad sin precedentes para reformar el sistema fiscal. La propuesta, denominada One, Big, Beautiful Bill, se erige como una pieza central en la agenda económica del mandatario, prometiendo un enfoque que no solo busca recortar gastos, sino también estimular el crecimiento y redefinir el equilibrio fiscal del país.

Stephen Miller, Deputy Chief of Staff de la Casa Blanca, sostiene que este proyecto de ley no debe confundirse con un presupuesto anual, ya que no destina recursos a las agencias federales ni financia programas gubernamentales. En cambio, resalta que incluye la reforma de bienestar más significativa en la historia de Estados Unidos, junto a la mayor reducción impositiva registrada y un impulso sin precedentes en la exploración energética. Según Miller, el proyecto también incluye medidas para fortalecer la seguridad fronteriza, todo ello mientras se avanza en la reducción del déficit nacional.

Por otro lado, el debate sobre la naturaleza del impacto fiscal de la propuesta ha generado controversia. Miller argumenta que el bill tiene el potencial de ahorrar más de 1.6 billones de dólares en gastos obligatorios y que críticas sobre un posible aumento en el déficit se basan en lo que considera trucos contables del Congreso. Específicamente, menciona que la expiración de los recortes impositivos de 2017 en septiembre ha sido malinterpretada; al mantener las tasas actuales, sostiene, no se incrementaría el déficit.

El enfoque en las políticas comerciales también ha sido un aspecto crucial del plan. Peter Navarro, Senior Counselor para Comercio y Manufactura de la Casa Blanca, añade que las proyecciones de la Oficina de Presupuesto del Congreso (CBO, por sus siglas en inglés) no han considerado el potencial de los nuevos ingresos derivados de las tarifas recíprocas implementadas por la administración Trump. Este cambio hacia un sistema tributario que dependa más de los ingresos por aranceles, según Navarro, podría generar entre 2.3 y 3.3 billones de dólares en ingresos adicionales durante la próxima década.

Según estos análisis, el impacto presupuestario de la One, Big, Beautiful Bill podría variar notablemente, desde un ligero aumento en la deuda bajo supuestos de crecimiento moderado, hasta incluso un posible superávit de 2 billones de dólares si se cumplen proyecciones de crecimiento más optimistas. De esta manera, la administración Trump busca no solo presentar un plan de reforma económica, sino también desafiar las narrativas de que un enfoque basado en recortes de impuestos no puede coexistir con una reducción del déficit.

Mientras la propuesta se adentra en el proceso legislativo, tanto la Casa Blanca como sus opositores observan de cerca el desarrollo de la situación, sabiendo que los resultados de esta estrategia fiscal tendrán un impacto duradero en la economía del país.

Fuente: WhiteHouse.gov

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