Una denuncia interpuesta en Illescas permite desarticular un grupo asentado en A Coruña que estafaba empresas

Una denuncia interpuesta en Illescas permite desarticular un grupo asentado en A Coruña que estafaba empresas

La Guardia Civil ha desarticulado un grupo criminal asentado en el municipio de Carballo (A Coruña) dedicado a la realización de estafas de la «factura» a empresas de toda España. El operativo se ha saldado con ocho detenidos y dos personas investigadas. Se presentaron denuncias en ocho localidades de toda España, entre ellas Illescas.

Según ha informado el Instituto Armado, la ‘Operación Begonias’ llevada a cabo por el Equipo@Coruña de la Guardia Civil en colaboración con el Equipo@Milladoiro y Áreas de Investigación de Carballo y Cambre finalizó con la desarticulación de un grupo criminal asentado en la localidad de Carballo, supeditado a organización criminal de ámbito internacional dedicado a la ciberdelincuencia, ya que «pudo establecer que el craker y parte de la organización del entramado criminal, se encuentra ubicado en Brasil».

El Equipo@Coruña procedió el pasado día 16 de junio de 2022 al registro de tres domicilios en la localidad de Carballo y a la detención del cabecilla del grupo criminal, natural de Rumanía, con lo que se elevan a ocho los detenidos y a dos los investigados.

Además se dio cumplimiento a dos órdenes de búsqueda judicial que les constaban a los otros dos inquilinos de uno de los pisos en el momento de practicar los registros domiciliarios, han añadido las mismas fuentes.

Esta operación, cerrada en la parte del grupo criminal asentado en A Coruña, continua en el ámbito internacional, puesto que se han solicitado a distintos organismos policiales y judiciales europeos e internacionales ordenes de detenciones de otros implicados, señala la Benemérita.

El grupo criminal, compuesto por ocho personas de distintas nacionalidades (Brasil, Rumanía, España) formaban la base de la estructura de una organización dedicada a las «estafas tecnológicas», y más concretamente a la metodología denominada Business Email Compromise (BEC), y en este caso bajo la fórmula de ‘factura’.

Las mismas fuentes han explicado que consiste en «el hackeo del ordenador de una empresa, mediante un malware, con el fin de conocer las gestiones que desarrollan con esa dirección, nombre y cargo del usuario y correo electrónico, consiguiendo así los datos financieros confidenciales de la compañía».

SUPLANTACIÓN

Una vez que han obtenido la información suplantan la identidad de un responsable que lleve a cabo operaciones corporativas y, tras ello, empezaban a operar. Así, «enviaban correos electrónicos al contable de la empresa, haciéndose pasar por un proveedor habitual, indicándole un número de cuenta bancaria diferente a la habitual donde debían de ingresar los abonos», han concretado las mismas fuentes.

La ‘Operación Begonias’ comenzó a raíz de recibir varias denuncias por estafas de la factura instruidas por distintos cuerpos de Seguridad del Estado (Guardia Civil y Cuerpo Nacional de Policía) de las cuales se pudo constatar nexos comunes de actuación entre todas ellas.

GRUPO ESTRUCTURADO

Tras observar las denuncias presentadas en Posadas (Córdoba), Granada, Illescas (Toledo), Moncloa-Aravaca (Madrid), Valladolid, Sagunto (Valencia) y Tavernes Blanques (Valencia), se pudo determinar que los detenidos formaban un grupo criminal «perfectamente estructurado puesto que tenían definidos sus cometidos», asegura la Guardia Civil.

Por una parte el cabecilla «organizaba y coordinaba físicamente al resto de personal vinculado al grupo, siendo el encargado de la captación y control de las mulas de dinero», detalla el Instituto Armado, al ser al que le entregaran el dinero extraído para proceder a la remisión del dinero obtenido ilícitamente a la organización a través de criptomonedas y pasarelas de pago, tras quedarse su parte proporcional.

En un escalón más bajo se encontraba un círculo cercano al cabecilla que le facilitan la labor ya sea mediante la participación directa en los ilícitos, como recaderos del jefe de grupo en misiones propias recogida de dinero, acompañamiento de las «mulas de dinero», así como para usarlos para ocultar o blanquear el dinero obtenido ilícitamente por los ilícitos penales realizando múltiples envíos de dinero.

Por último, «en el nivel bajo del grupo criminal, y por ende de la organización, se encontraban las denominadas mulas de dinero», detallan las mismas fuentes, «aunque son el nivel más bajo de la estructura de la organización, son la parte esencial para la ejecución realización de la estafa».

Este nivel estaba presente en la provincia de A Coruña, de la que se nutría el grupo criminal, así como en Brasil, donde se giraba gran parte del dinero obtenido ilícitamente por esta estafa. Las diligencias instruidas han sido remitidas al Juzgado de Instrucción 1 de Granada.

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