¿Una copita para conciliar el sueño? Más bien conseguirás todo lo contrario

La creencia popular de que un pequeño trago de alcohol antes de dormir ayuda a conciliar el sueño sigue muy extendida. Sin embargo, las investigaciones científicas recientes revelan que esa copita nocturna podría tener el efecto contrario y afectar negativamente la calidad del descanso.

Aunque es cierto que el alcohol puede inducir un estado de relajación inicial que facilita quedarse dormido, su impacto en las etapas posteriores del sueño es perjudicial. Esto ocurre porque, una vez que el cuerpo metaboliza el alcohol, los efectos secundarios comienzan a aparecer. El consumo de alcohol antes de acostarse puede alterar el ciclo natural del sueño en varios sentidos:

1. Disminuye el Sueño REM: El sueño REM (Rapid Eye Movement, por sus siglas en inglés) es fundamental para los procesos de memoria y restauración mental. El alcohol reduce el tiempo dedicado a esta fase, haciendo que el sueño sea menos reparador.

2. Fragmentación del Sueño: El alcohol incrementa las probabilidades de despertar durante la noche, fragmentando el sueño y dificultando que se alcance un estado de descanso continuo. Esto puede generar una sensación de cansancio al día siguiente.

3. Mayor Necesidad de Orinar: El alcohol es un diurético, lo que puede aumentar la necesidad de ir al baño durante la noche. Esto interrumpe el sueño y reduce el tiempo dedicado a las etapas profundas.

4. Ronquidos e Impacto en la Respiración: El alcohol relaja los músculos de la garganta, lo que puede causar ronquidos y exacerbar problemas como la apnea del sueño.

5. Deshidratación: El efecto diurético del alcohol puede contribuir a la deshidratación, lo que genera una sensación de sequedad en la boca o dolor de cabeza al despertar.

En lugar de recurrir a un trago nocturno, los expertos recomiendan adoptar hábitos más saludables que promuevan un sueño reparador, como mantener una rutina constante, evitar las pantallas electrónicas antes de dormir y crear un entorno relajante en el dormitorio.

Así que, aunque una copita pueda parecer la solución para conciliar el sueño, su impacto en la calidad del descanso puede ser contraproducente, generando fatiga y somnolencia durante el día.

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