En una sorpresiva maniobra en el universo televisivo español, Chechu Salgado se ha despedido de «Valle Salvaje», la serie diaria de La 1 de Televisión Española que lo ha tenido durante nueve meses en el rol de Gaspar. Este personaje, eminentemente marcado por la violencia y una compleja carga emocional, se ha vuelto uno de los más intensos y memorables de la producción. Salgado, ganador del Goya a Mejor actor revelación por «Las leyes de la frontera», calificó su experiencia en la serie como «agotadora pero enriquecedora», destacando el desafío que representó encarnar a un personaje con tantas aristas.
En sus últimas declaraciones, el actor ha expresado su nerviosismo y gratitud al haber podido formar parte de este proyecto. Salgado señaló lo complicado que resulta despedirse de un papel tan extremadamente exigente, especialmente por las intensas emociones que tuvo que interpretar, incluido el abordaje de temas tan delicados como la violencia de género. La muerte de su personaje, que se produce tras episodios donde se prevé su agonía, fue un reto adicional por el desgaste físico y mental que implicó.
Además de su labor frente a las cámaras, Salgado destacó la importancia de su compañera de reparto, María Redondo, que interpreta a Matilde, su esposa en la serie. A pesar del turbulento matrimonio que representaban en pantalla, Salgado enfatizó el fuerte lazo personal y profesional que les une.
La partida de Gaspar de «Valle Salvaje» no pasa desapercibida, pues se trata de una muerte heroica que salva a otros personajes, un final diseñado por el creador de la serie, Josep Cister Rubio. Esta despedida abre una nueva etapa tanto para Salgado, quien ahora busca un merecido descanso tras el intenso ritmo de rodaje, como para la serie, que debe continuar renovándose y captando el interés de la audiencia sin uno de sus personajes más complejos.
La contribución de Salgado a «Valle Salvaje» deja una marca indeleble, como demuestra su invitación a los espectadores a seguir disfrutando de la serie. Aunque su ciclo en la trama haya concluido, el legado de Gaspar y el calibre de la actuación de Salgado prometen perdurar en la memoria del público y en los pasillos de TVE. Con su salida, se cierra un capítulo vibrante en la saga teatral española, mientras los espectadores, y el propio Salgado, esperan con anticipación su próximo proyecto.
