Una vez más, Karlos Arguiñano ha hecho las maletas para unas merecidas vacaciones, cerrando una temporada que, tras 15 años en Antena 3, se ha considerado «más rica, rica» que nunca. Con un impresionante 18,2% de cuota de pantalla y una media de 857.000 espectadores, el chef vasco ha reafirmado su estatus como un pilar indiscutible de la televisión en España, liderando sin rivalidad su franja horaria.
En esta ocasión, a diferencia del año anterior, donde tuvo que disculparse con su audiencia, Arguiñano optó por un tono más optimista. Mientras daba la bienvenida a su última emisión, expresó su agradecimiento a los espectadores que lo han acompañado cada día. “Hoy es el último programa, tranquilos, que no os vais a quedar solos, porque seguro que repiten programas”, explicó, al mismo tiempo que se disponía a cocinar un delicioso bonito con crema de patata y vinagreta de tomate.
El carismático presentador no escatimó elogios hacia su equipo y su audiencia. “Estamos contentos con vuestra respuesta, así que queremos devolver el cariño que nos habéis demostrado”, afirmó, antes de confirmar que volverá en septiembre para otra temporada de su exitoso programa. La magia de su Cocina abierta, que ha alcanzado su mayor cuota de pantalla en la historia del programa, es un fiel reflejo de la conexión que ha construido con sus seguidores a lo largo de los años.
En un emotivo adiós, Eva Arguiñano, su hermana y compañera, también se unió a la despedida, deseando a todos un verano espléndido y recordándoles que su regreso estaba ya planificado. “¡En septiembre todos aquí!”, exclamó Karlos, dejando la puerta abierta a un futuro brillante lleno de recetas y risas, asegurando que su cocina nunca estará vacía. Así, con una sonrisa, se despidió hasta la próxima temporada, dejando a su fiel audiencia con ganas de más.