Un grosero gesto desencadena la indignación de una soltera durante su cita en ‘First Dates’

En una noche que prometía ser llena de romanticismo y nuevas oportunidades, el famoso restaurante del programa de televisión First Dates, dirigido por Carlos Sobera, fue escenario de un encuentro que no terminó como se esperaba. El miércoles 5 de junio, Vicen, una valiente y optimista enfermera jubilada de 71 años, oriunda de Valencia, ingresó al restaurante con la esperanza de encontrar a alguien que compartiera su misma pasión por la vida.

Tras la pérdida de su segundo esposo, Vicen pasó 19 años sin una pareja sentimental, conservando intacta la ilusión de dar con ese compañero ideal que añadiría nuevos colores a su vida. Sin embargo, lo que encontraría esa noche estaría lejos del compañerismo y la afinidad que tanto anhelaba.

El destino le emparejó con Luis, un jubilado de 73 años, procedente de Alicante, que también había vivido lo suficiente para encarar esta nueva aventura con la esperanza de encontrar compañía. No obstante, el primer encuentro entre Vicen y Luis estuvo marcado por la decepción más que por chispazos de amor. La vivaz valenciana reconoció inmediatamente que el aspecto físico de Luis no era lo que había esperado, pero fue el comportamiento de este durante la cena lo que verdaderamente selló el destino de la noche.

Luis monopolizó la conversación, hablando extensamente sobre su vida profesional sin dejar espacio para un verdadero diálogo. Un momento de franca incomodidad ocurrió cuando Luis decidió flirtear inapropiadamente con las camareras gemelas del programa, un gesto que disgustó profundamente a Vicen. "Eso me pasa a mí en una cita sin estar en First Dates y me levanto y digo ‘ahí te quedas’", expresó Vicen, visiblemente molesta por la dirección que tomaba la noche.

Llegado el momento de la decisión final, no hubo sorpresas cuando ambos coincidieron en que no deseaban seguir conociéndose fuera del programa. Luis, sin embargo, sugirió la posibilidad de mantenerse en contacto telefónico, propuesta a la que Vicen respondió con un rotundo no, sellando así el final de una cita que, lejos de encender la llama del amor, sirvió como otro capítulo en las siempre impredecibles historias de First Dates.

Mientras Vicen partía del restaurante sola, quedó claro que, pese a la decepción, su optimismo y esperanza en el amor no se habían desvanecido. La búsqueda de un compañero que comparta su visión de la vida continua, demostrando que el deseo de encontrar amor no entiende de edad ni de circunstancias.

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