Susana llegó al famoso restaurante de citas con su hermano, recordando la experiencia similar que vivió su padre en el pasado. Sin embargo, la historia de ella se anunció como una contrastante travesía por el amor. Mientras su hermano encontró la chispa con su cita, Susana no sintió lo mismo con Juan, el joven malagueño que hacía las veces de soltero.
Juan, un entrenador personal de 28 años, destacaba por su imponente altura y un físico trabajado, pero su personalidad era más reservada. Desde el primer instante, Susana notó que no había conexión. Aunque al principio se mostró favorable a su apariencia, la atracción se desvaneció rápidamente. Un paréntesis en la velada la llevó al baño donde, a solas con su hermano, compartió sus impresiones: “De cara no… No me gusta, está un poco bizco”.
La búsqueda de química es un reto sutil y volátil en el mundo de las citas. Susana intentó acercarse a Juan, tocando su bíceps en un gesto de complicidad que no resonó como esperaba. La llamada a su padre también reflejaba su desencanto: “No ha funcionado”, admitió, esas palabras resonaban en su mente mientras reflexionaba sobre su cita.
El programa intentó aliviar la tensión juntando a los solteros en el área de baile, pero la conversación fluyó de manera obstinada, reforzando la idea de que la conexión entre Juan y Susana jamás se encendería. Las amigas de Susana compartieron su evaluación, y la conclusión fue clara: Juan era “bastante parado” y definitivamente no era el indicado.
La ceremonia de decisión final llegó, y con una cortesía que la caracteriza, Susana se sincera: “Nos ha faltado atracción sexual. Eres deportista y buena persona, pero me ha faltado la chispa”. Las palabras, aunque amables, marcaban el final de una cita que nunca se sintió como un comienzo. Por su parte, Juan, aunque decepcionado, parecía abierto a la posibilidad de seguir conociendo a alguien que apreciara sus cualidades.
Así es el viaje a través de “First Dates”, donde algunas historias terminan en un apretón de manos y sonrisas, mientras que otras simplemente revelan que algunas conexiones están destinadas a permanecer en el reino de lo platónico.