El Balonmano Caserío disputó un crucial encuentro en casa contra el BM Nava, equipo que enfrentaba una situación similar. Santi Urdiales, el entrenador local, consideraba este partido como una “final más” ante un rival respetable, buscando romper una racha negativa. El equipo sabía que debía mejorar su defensa y evitar desconexiones durante el juego, mientras que la afición se encargaría de aportar el aliento necesario en el Quijote Arena, que se presentaba a medio aforo.
El partido comenzó con un Caserío muy activo, estableciendo una ventaja inicial de 3-0, gracias a la actuación destacada de Sherif en el pivote. A pesar de la reacción de los visitantes, que lograron igualar el marcador, el equipo local mantuvo el control del juego, con un destacado rendimiento en defensa y contraataques efectivos. Fueron los detalles del encuentro los que marcaron la diferencia, incluyendo la importancia de los lanzamientos de penalti. Al final de la primera parte, el Caserío logró llegar con una ventaja de cuatro goles al descanso, 15-11.
En la segunda mitad, la intensidad del partido se incrementó. Aunque el BM Nava intentó acercarse en el marcador, el Caserío, impulsado por las paradas del portero Giovagnola y la efectividad de sus lanzadores, mantuvo una ventaja sólida. A medida que se acercaba el final, el equipo local logró consolidar la victoria con un resultado final de 30-27. Este triunfo no solo fue una recompensa merecida, sino también una inyección de confianza necesaria para afrontar el resto de la complicada temporada en la liga ASOBAL.
