En un evento marcado por el simbolismo del 80 aniversario del Día de la Victoria en la Segunda Guerra Mundial, el presidente de Estados Unidos, Donald J. Trump, y el primer ministro británico, Keir Starmer, han anunciado un acuerdo comercial histórico que promete transformar la relación económica entre ambos países. Este convenio busca proporcionar a las empresas estadounidenses un acceso sin precedentes a los mercados del Reino Unido, a la vez que refuerza la seguridad nacional de Estados Unidos.
El presidente Trump destacó la magnitud del acuerdo, subrayando que incluye miles de millones de dólares en acceso al mercado para las exportaciones estadounidenses, especialmente en el sector agrícola. «Esto es un gran acuerdo tanto para los Estados Unidos como para el Reino Unido», afirmó el mandatario, quien también mencionó la eliminación de múltiples barreras no arancelarias que, según él, discriminaban injustamente a los productos estadounidenses.
Por su parte, el primer ministro Starmer destacó que este acuerdo impulsará el comercio, protegerá empleos y creará nuevos puestos de trabajo a través de un mayor acceso a los mercados. Se estima que el acuerdo generará una oportunidad de exportación de $5 mil millones para los productores y agricultores estadounidenses, con exportaciones de etanol que superan los $700 millones y otros productos agrícolas, como la carne, que alcanzan los $250 millones.
El acuerdo también compromete a ambas naciones a trabajar de manera conjunta para mejorar el acceso al mercado industrial y agrícola. Asimismo, se han cerrado lagunas en las regulaciones que aumentan la competitividad de las empresas estadounidenses en el mercado de compras del Reino Unido y se agilizan los procedimientos aduaneros para las exportaciones estadounidenses.
Una de las características distintivas de este acuerdo es el enfoque en crear cadenas de suministro seguras para productos farmacéuticos y potenciar la competitividad de los fabricantes de aeronaves de EE.UU. a través de un acceso preferencial a componentes de alta calidad del Reino Unido. Además, se establece un nuevo enfoque sobre los aranceles de importación que se aplican a los vehículos y al acero, un punto crítico en las conversaciones comerciales.
El presidente Trump ha reafirmado su compromiso con una política comercial centrada en América, impulsando la idea de que los trabajadores y las empresas estadounidenses no deben tolerar prácticas comerciales desleales que han contribuido a un déficit comercial histórico. Este acuerdo se presenta no solo como un paso hacia el fortalecimiento de la relación entre Estados Unidos y el Reino Unido, sino también como un modelo para que otros socios comerciales sigan suit.
Con un comercio de bienes que se estimó en alrededor de $148 mil millones en 2024 entre ambos países, este nuevo tratado marca un hito en la búsqueda de un equilibrio comercial y el establecimiento de una colaboración más equitativa. A medida que ambos líderes celebran esta victoria, se espera que el acuerdo proporcione una base sólida para una cooperación económica y comercial duradera entre estos aliados históricamente estrechos.
Fuente: WhiteHouse.gov
