Reino Unido y Francia han sellado un acuerdo histórico con el objetivo de coordinar, por primera vez, sus arsenales nucleares, una medida que responde a las crecientes tensiones internacionales en un contexto donde la amenaza de Rusia y la presión de Donald Trump sobre Europa marcan la pauta. Este acuerdo, que se formaliza durante la visita de Estado del presidente Emmanuel Macron al Reino Unido, también busca reparar los vínculos deteriorados tras el Brexit y el pacto AUKUS, consolidando una nueva era de colaboración en defensa entre las únicas potencias nucleares en Europa.
Además de la coordinación nuclear, la cumbre dio lugar a un nuevo acuerdo migratorio orientado a mitigar la crisis de los inmigrantes que cruzan el canal de la Mancha en embarcaciones pequeñas. Este plan prevé el intercambio de hasta 50 inmigrantes cada semana entre los dos países, en un intento por abordar las preocupaciones humanitarias y mejorar la gestión de la migración. A su vez, se prevé una ampliación de la colaboración en investigación nuclear y desarrollo de tecnología militar, reflejando un enfoque más integrado ante los desafíos contemporáneos.
El pacto también significará un cambio en la postura francesa, que hasta ahora se había centrado en una disuasión nuclear independiente. Aunque ambos arsenales seguirán siendo autónomos, se permitirá una mayor coordinación en caso de amenazas extremas a Europa. La colaboración se basará en décadas de relaciones bilaterales y permitirá un desarrollo conjunto en diversas áreas militares, aumentando así la preparación frente a un panorama global incierto.
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